Categoría: General

  • Chepitos: los cobradores que ridiculizaban a los deudores morosos

    Chepitos: los cobradores que ridiculizaban a los deudores morosos

    ¿Ha escuchado alguna vez hablar sobre «los chepitos»? Se trataba de unos personajes muy famosos en Bogotá y Colombia que protagonizaron un sistema de cobranza bastante original. 

    Los chepitos se vestían con frac y sombrero negro, y se ubicaban frente a las casas u oficinas de los deudores morosos con un maletín que decía «COBRANZAS» o «DEUDOR MOROSO». Así, en mayúsculas. 

    De esta forma lograban hacer una especie de reclamo público a quienes debían dinero a prestamistas o rentistas, para presionarlos a saldar sus deudas. Con esta particular forma de cobro, los deudores quedaban expuestos al escarnio público pues los chepitos eran tan conocidos que ya todos los ciudadanos sabían que allí donde se paraban, había sin duda un deudor que evadía sus pagos. 

    Y fue precisamente por esta razón que la Corte Suprema de Justicia decidió, en 1992, prohibir el sistema de cobranzas a través de chepitos, por considerar que afectaba seriamente la reputación y al buen nombre de las personas. Los chepitos desaparecieron, pero lo cierto es que pusieron a sufrir a más de un deudor moroso en la ciudad de Bogotá. ¿Usted conocía sobre este particular oficio?

  • Historia de cuatro cafés bogotanos que marcaron a la ciudad

    Historia de cuatro cafés bogotanos que marcaron a la ciudad

    El placer de una conversación al calor de un café, aunque no pareciera, es una costumbre histórica de la idiosincrasia de los capitalinos.

    En la Bogotá antigua, en los años cuando la elegancia de los sombreros, los pañuelos y los abrigos eran rasgos de imperante uso, también se solía debatir acerca de los acontecimientos que recaían sobre la ciudad. Eso sí, las conversaciones siempre estaban acompañadas de un cargado y caliente café.

    Estos cafés simulaban, al mejor estilo de la Grecia antigua, los puntos de encuentro entre poetas, políticos, abogados y todos aquellos que se sentían atraídos por el frenético gusto de un buen debate para analizar los hechos de la ciudad. Pero ¿cuáles eran estos sitios?

    La Botella de oro

    El primer café que, hasta el día de hoy, cuenta con un gran afecto y recuerdo por parte de los bogotanos es «La Botella de oro». Los capitalinos, a principios del siglo XX solían frecuentar este sitio para sus tertulias diarias.

    Este lugar estaba ubicado en la esquina de la calle 10, exactamente, en el atrio de la Catedral que está en la Plaza de Bolívar.

    Generalmente quienes frecuentaban este café eran los bogotanos de a pie, los hacendados sabaneros, y los políticos que, según ellos, con sus discusiones aportaban para la construcción de un país mejor.

    El Automático

    Personajes como León de Greiff, poeta colombiano, en sus hazañas diarias de expandir la poesía, se reunía con su grupo de intelectuales para tener las ilustres conversaciones que acompañaban con un café en «El automático».

    Periodistas reconocidos de la época también aprovechaban este espacio para hacer caricaturas que, posteriormente, serían publicadas en algún periódico de la ciudad.

    Este café que se ubicada en el centro histórico de la capital también fue el ring para decenas de jugadores de ajedrez que pasaban horas y horas resolviendo sus partidas.

    La Gran Vía 

    Algunos documentos históricos afirman que «La Gran Vía» fue el primer café del que se tiene registro. No obstante, lo haya sido o no, sí dejó una huella histórica en los periodistas y poetas que visitaban el lugar.

    Este establecimiento fue fundado el 11 de octubre de 1893 y estaba ubicado en el costado oriental del antiguo Camellón de las Nieves, que actualmente se conoce como la calle 17.

    Entre las curiosidades de este café se encuentra la razón de su nombre que obedece a la reconocida zarzuela de los compositores españoles: Chueca y Valverde.

    La Gran Vía también fue el escenario de varios debates acalorados que surgían mientras los exponentes degustaban de un taza de café.

    Café Pasaje

    El Café Pasaje fue el lugar por excelencia para los abogados y periodistas. Este lugar que está situado al frente de la Universidad del Rosario, en el centro de la ciudad, sigue con sus puertas abiertas para los capitalinos.

    Este espacio es testigo del día que se creó la idea de fundar al equipo bogotano Independiente Santa Fe.

    Como en el caso de los anteriores, este café fue la extensión del debate, los periódicos y el conocimiento.

    ¿Cuál es su café favorito de Bogotá?

  • El Humilladero: recuerdos históricos de la primera iglesia que tuvo Bogotá

    El Humilladero: recuerdos históricos de la primera iglesia que tuvo Bogotá

    Bogotá es una ciudad que se ha fundido en miles de anécdotas que roban suspiros, emociones y hasta deleitan a sus ciudadanos cuando se repasa la historia con atención y detalle.

    La capital, durante muchos años, ha sido una ciudad que se formó en medio de fuertes influencias religiosas. Pero, aquí le contaremos sobre la primera iglesia de teja que tuvo Bogotá: la capilla de El Humilladero.

    El Humilladero se consagró el 6 de agosto de 1544 y fue un lugar donde la cultura religiosa se profesaba de forma prolija y constante, especialmente, en las entradas y salidas de los pueblos hispánicos.

    Los conquistadores, en su época y durante muchos años, tenían la costumbre de cruzar un rústico puente hecho con tablas para llegar a la Capilla y realizar un altar de frailejón y de musgo como un gesto de fidelidad.

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    Esta iglesia se construyó en la esquina noroccidental de la Plaza de las Hierbas, lo que hoy se conoce como Plaza Santander. Su diseño arquitectónico no gustó demasiado, especialmente por su estructura.

    Sin embargo, la historia bautizó esta estructura como una insignia religiosa. Varios estudiosos como Plaza y Groot afirman, sin titubeos, que allí se realizó la primera misa de la capital.

    Algunos detractores de la iglesia se cobijaron bajo el argumento de que este espacio no contenía valor arquitectónico por su estructura, lo que conllevó a que la Cámara de Representantes ordenará a la Gobernación de Cundinamarca su demolición, en 1887.

    No obstante, algo que no se podrá demoler jamás será el valor histórico que dejó El Humilladero en las páginas de historia de la capital.

    ¿Conocía esta historia?

  • Penitenciaría de Cundinamarca: la oscura historia detrás del Museo Nacional

    Penitenciaría de Cundinamarca: la oscura historia detrás del Museo Nacional

    Adjetivos como emblemáticos, crueles y llamativos son los que han definido los muros que hoy componen al Museo Nacional.

    Este espacio que se viste de arte y cultura, como actualmente se refleja, antes era la fachada de la Penitenciaría de Cundinamarca.

    El lugar que, según su insignia, tiene 192 años de historia, ha sido testigo de anécdotas oscuras y dolorosas de cientos de presos que cumplían su condena dentro de la cárcel. Así fue como el panóptico de Bogotá no tardó en convertirse en un edificio reconocido y emblemático.

    Esta cárcel fue un proyecto de construcción de Tomás Cipriano de Mosquera, militar y expresidente colombiano, en 1847.

    En principio, la idea era crear un centro penitenciario que permitiera resocializar a los presos de una forma diferente y poco vengativa a través de la reflexión. Por eso, se dispuso de una serie de capillas dentro de la prisión para que los condenados pudieran acercarse a Dios y sanar sus errores. Sin embargo, no tardó en convertirse en la insignia del horror.

    Una cárcel que, en ese entonces, solo tenía la capacidad de 207 celdas llegó a tener más de 5.000 presos que pagaban su condena. El hacinamiento fue tan cruel y despiadado que recibió el nombre de «La gusanera».

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    Estos muros, a su vez, fueron testigos de la detención de Adolfo León Gómez, poeta liberal colombiano. La condena que se dio en el contexto de la Guerra de los Mil Días tuvo como resultado una serie de vejámenes que posteriormente el poeta relata en su libro: «Secretos del panóptico».

    Miles de historias que se mezclan entre el terror y adrenalina se quedaron dentro de la Penitenciaría de Cundinamarca. Entre las anécdotas más recordadas está la fuga de 40 hombres que, al mejor estilo de una película americana o como si se tratase de la cárcel Alcatraz, escaparon por el techo ya que no soportaban la vida indigna que ofrecía este centro de reclusión.

    La Penitenciaría de Cundinamarca funcionó hasta el año 1930, fecha en que trasladaron a los presos a la cárcel La Picota.

  • El edificio de Bogotá que fue construido de arriba hacia abajo

    El edificio de Bogotá que fue construido de arriba hacia abajo

    ¿Sabía que en las calles de Bogotá hay un edificio que fue construido de arriba hacia abajo? Se trata de la torre de la Unión General de Inversiones, UGI, ubicado en la carrera 13 con calle 40.

    Este edificio, considerado un hito de la arquitectura en Colombia, fue levantado entre 1973 y 1974 y su construcción fue liderada por el arquitecto Hernando Vargas Rubiano y el ingeniero Guillermo González Zuleta.

    La idea de construir este edificio de arriba hacia abajo surgió porque el lote era muy estrecho y al instalar las columnas, estas se convertirían en una barrera para los parqueaderos y para los mismos espacios de las oficinas.

    La inspiración inicial, se cree, vino del arquitecto alemán Fritz Rafeiner, quien tenía un libro en el que proyectaba la construcción de un edificio con sistema nuclear descendente.

    Sin embargo, la iniciativa de Vargas Rubiano fue rechazada por muchos ingenieros por considerarla ilógica, costosa y arriesgada, pues se empezarían a «colgar» los pisos de arriba hacia abajo, los cuales estarían sujetos por una columna central, previamente construida.

    De acuerdo con sus artífices, esta novedosa metodología permitió adelantar con mayor rapidez la construcción pues la lluvia no se constituía en un inconveniente: siempre se trabajó bajo cubierta.

    Hoy, el imponente edificio de la UGI adorna las calles capitalinas como un claro recordatorio de que Bogotá también cuenta con obras arquitectónicas a la altura de otras grandes del mundo.

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  • Ilona, una madre y artista que nos comparte detalles de su vida familiar

    Ilona, una madre y artista que nos comparte detalles de su vida familiar

    La maternidad no sólo representa el hecho de ser mamá, también está vinculado de manera directa con los valores del amor y la protección. Por eso, en este mes de las madres, Suena Bogotá abre un espacio para todas aquellas cantantes que ya son mamás y mantienen el equilibrio entre la vida laboral y familiar.

    La cantante Ilona comparte su experiencia de ser madre de dos bellas hijas y comenta, en detalle, los momentos, consejos y perspectiva de la maternidad.

    Suena Bogotá: ¿Cómo concilió la vida familiar con la laboral?

    Ilona: Creo que el equilibrio se puede lograr con la organización del tiempo, tener claro las actividades y horarios de los miembros de la familia y diálogo con la pareja, para poder apoyarse y estar claros de quién se encarga de qué, cuándo, etc…

    SB: ¿Qué consejo de madre escuchó e intentó seguir cuando se convirtió en mamá?

    Ilona: No acostumbrar a los bebés a estar alzados todo el tiempo, aunque es difícil no cuchicharlos (consentirlos) todo el tiempo, sobre todo cuando son muy pequeños. Ese fue un gran consejo.

    SB: Desde su perspectiva, ¿educar a un hijo es fácil?

    Ilona: Nada es fácil en esta vida, mucho menos la formación y educación de un ser humano.

    SB: Cuéntenos una de sus cosas favoritas de ser mamá.

    Ilona: Lo más increíble de ser mamá es experimentar un amor así, tan indescriptible.

    SB: ¿Qué es lo que más han sacado sus hijas de usted en cuanto a personalidad?

    Ilona: Se parecen a mí en muchas cosas, aunque son tan únicas. Tienen mucha energía, son observadoras, inteligentes, cantan, bailan, les gusta reír sin parar, son arriesgadas y tienen un lenguaje muy avanzado en general para su corta edad, 4 y 5 años respectivamente.

    SB: ¿Cuál fue la situación más chistosa que ha tenido que pasar con sus hijas?

    Ilona: No recuerdo una en particular ahora mismo, pero ¡¡la pasamos bomba!!

    SB: Actividad favorita que le gusta realizar con sus hijas.

    Ilona: Cantar, dibujar y muchas, muchas cosquillas.

    SB: De sus canciones ¿cuáles son las que han sido inspiradas por sus hijas?

    Ilona: Casi todo mi trabajo más reciente, inédito, es inspirado por ellas y el gran amor que me despiertan, ya llegará el momento de grabarlo y mostrarles.

    SB: Expresiones típicas que sólo sus hijas le han hecho decir.

    Ilona: “Mamita” … a ellas…

    SB: ¿Cambiaría algo de su maternidad?

    Ilona: Nada.

    SB: ¿Algún mensaje que le quiera dar a todas las madres?

    Ilona: A veces es muy difícil, pero como diría mi esposo cada vez que me enojo, «extrema paciencia con los niños«, no olvidar que son eso, niños, seres humanos pequeños en su propio proceso de formación al que nosotros debemos sumar, no restar.

    Por: Paola Varela

  • ¿Puede postularse a un subsidio de vivienda si está reportado en una central de riesgo?

    ¿Puede postularse a un subsidio de vivienda si está reportado en una central de riesgo?

    A través del WhastApp de Canal Capital, un ciudadano manifestó su inquietud sobre la posibilidad que tiene una persona de acceder a un subsidio de vivienda cuando se encuentra reportada en una central de riesgo.

    Capital Noticias preguntó al Ministerio de Vivienda sobre este tema y esta fue la respuesta obtenida:

    «Toda persona está habilitada para postularse a los subsidios y programas del Gobierno nacional, si cumple con los requisitos exigidos para ser beneficiados de estos, sin importar que esté reportado», aseguró el Ministerio.

    No obstante, si las personas tienen un reporte negativo en alguna central de riesgo a la hora de solicitar un crédito con alguna entidad financiera, lo más posible es que le sea negado.

    Recuerde que a través del WhatsApp, medio por el que Canal Capital envía las más importantes noticias de la ciudad, ahora puede interactuar y resolver sus inquietudes en diferentes temas.

    Por: Freddy Carrera

  • El top 5 de las mejores plantas para tener en los hogares bogotanos

    El top 5 de las mejores plantas para tener en los hogares bogotanos

    Cada vez son más las personas que deciden incluir plantas en sus hogares, bien sea por decoración, por afinidad con la naturaleza o para aprovechar las buenas energías que, de acuerdo con la sabiduría popular, estas irradian.

    Sin embargo, en muchos casos se desconoce cuáles son las especies más adecuadas para los hogares y las que mejor se adaptan a las condiciones climáticas de la capital colombiana.

    Es por esto que el Jardín Botánico de Bogotá recopiló información de las 5 mejores especies para tener en casa:

    1. Violeta de los Alpes

    «Es una planta que se puede tener en maceta pequeña y se acopla muy bien a condiciones climáticas frías, como la de nuestra ciudad. En interiores, preferiblemente, la violeta de los Alpes puede ser de excelente compañía por su hermosa flor», señaló el Jardín Botánico.

    2. Begonia Pichón

    «Le gusta el exterior y la luz indirecta. Es una planta que le favorece la humedad, pero ten cuidado porque tampoco le gusta el encharcamiento. Se multiplican fácilmente por esqueje y, si tiene un buen cuidado, puede mantener su floración durante todo el año», indicó el Jardín.

    3. Pensamiento

    «Es una especie que le va muy bien la intemperie y también puede estar en maceta o en exterior. La mejor referencia para reconocerlas es que, en la mayoría de especies, el centro de su flor es oscuro», así la describe el Jardín.

    4. Hortensia

    El Jardín Botánico la describe como una planta que «resalta por su flores agrupadas que forman un gran racimo en forma de globo; por los colores pasteles y la poca altura que tienen en su desarrollo. Pueden tenerse a la intemperie, siempre y cuando tengan parte de sombra».

    5. Centavito

    «Muy popular entre las casa bogotanas es una planta para las personas que tienen muy poco espacio. Puede ser sembrada en una pequeña maceta y colgarla en la pared para que cuando crezca sus hojas cuelguen. Aunque no tiene flor, sus hojas sí lo son y la hacen una excelente idea para decorar el hogar», puntualizó el Jardín.

  • ¿Sabe usted quién era el Loco Arias de la antigua Bogotá?

    ¿Sabe usted quién era el Loco Arias de la antigua Bogotá?

    En 1870 Bruno Arias era el mandatario de Bogotá y padre de Eduardo Arias Jiménez, apodado el Loco Arias.

    Según la Secretaría de Cultura de Bogotá, citando a Asdrúbal López Orozco, el Loco Arias era un galán, autodidacta, al cual le gustaba leer mucho.

    Dice la leyenda que a este personaje le gustaba disfrazarse como el mago Merlín y hablar en las calles y establecimientos de comercio de Bogotá, en donde también se tomaba espacios de descanso para hidratarse con chicha, en los intermedios de sus discursos.

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    También le gustaba disfrazarse como Buda, Confucio y Jesucristo, para elevar su voz y predicar mensajes espirituales al gentío que se aglomeraba a su alrededor.

    Muchos dicen que el Loco Arias se la pasaba diciendo que estaba poseído por todos los autores de los libros que él había leído, con el fin de dejar una enseñanza a todo aquellos que se detenían a escucharlo.

    ¿Y usted conocía la historia de este querido y respetado personaje?

  • El Bobo del Tranvía: un personaje legendario de la historia bogotana

    El Bobo del Tranvía: un personaje legendario de la historia bogotana

    ¿Sabía que hacia el año 1900 Bogotá tenía tranvías? Se trataba de vehículos fabricados con madera y metal que contaban con compartimientos rectangulares techados y con bancas.

    Los primeros tranvías eran arrastrados por mulas y después, entre 1910 y 1940, la ciudad contó con los primeros tranvías eléctricos que eran fabricados en Estados Unidos. Estos últimos eran manejados por un chófer y contaban con un supervisor y un cobrador.

    Fue precisamente en aquellos años cuando apareció un personaje legendario en la historia de Bogotá: Antonín, mejor conocido como «el Bobo del Tranvía».

    De acuerdo con la Secretaría de Cultura de Bogotá, citando a Asdrúbal López Orozco, el Bobo del Tranvía era un personaje gigantesco que ejercía funciones de policía de tránsito gratuitamente y «se vestía como un policía con gorra roja, camisa verde, correa negra, pantalón amarillo, botas azules y con una señal de PARE en sus manos y otra que decía SIGA».

    Diferentes versiones afirman que los universitarios de la época lo llamaban «el Jefe de Circulación y Tránsito de Bogotá» y le tenían mucho aprecio y respeto.

    Sin embargo, luego de que su hermana, a la que quería y cuidaba mucho, se escapara de casa, Antonín se sumió en una gran depresión.

    Empezó a deambular por las calles capitalinas hasta que un día el tranvía lo atropelló y fue traslado al Hospital de Sibaté, donde murió, al parecer, de un ataque al corazón en 1955.

    ¿Había escuchado sobre este particular personaje de la historia capitalina?

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