Categoría: General

  • Padres de Rafael Uribe Noguera se negaron a declarar

    Después de que el juzgado 68 de garantías avaló la solicitud de la Fiscalía General de la Nación que pedía que los hermanos Francisco y Catalina Uribe Noguera no pudieran salir del país mientras avanza la investigación del asesinato de Yuliana Andrea Samboní, se conocen nuevos detalles sobre el proceso que intenta esclarecer la responsabilidad de terceros en este caso.

    “La colaboración con la justicia debe ser seria y eficaz”, dijo Lorenza del Castillo la nueva fiscal designada para el caso. Del Castillo expresó los cinco puntos claves sobre los cuales gira la acusación de la Fiscalía General de la Nación.

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    Ahora, se pudo establecer que María Isabel Noguera y Rafael Uribe, padres de los hermanos Uribe Noguera se negaron a asistir a la citación de la Fiscalía para declarar en el caso de asesinato en el que está involucrado su hijo Rafael, porque al ser familiares en primer grado de consanguinidad, se acogen a la no autoincriminación.

    Pese a que la citación estaba agendada para el pasado 2 de enero, a través de una carta que entregó su abogado a las autoridades, los padres manifestaron su no presentación por las razones antes mencionadas.

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    Ahora, la Fiscalía podría llamar a declarar a la esposa de Francisco Uribe, teniendo en cuenta que ella aparece en algunas conversaciones del pasado 4 de diciembre de 2016, fecha en la cual ocurrieron los trágicos hechos. Dentro de este proceso, que ha sido uno de los más mediáticos de los últimos tiempos, la Fiscalía ha llamado a entrevistas a unas 20 personas, entre ellos los vecinos de Rafael Uribe Noguera, sus hermanos y ahora a sus papás, quienes finalmente no asistieron.

    Cabe destacar que Prudencio Samboní, padre de la niña asesinada, pidió cadena perpetua para Rafael Uribe Noguera, el hombre que acabó con la vida y los sueños de su hija, y solicitó que, en caso de que la Fiscalía encuentre evidencia de  que los hermanos trataron de modificar la escena del crimen, les caiga todo el peso de la ley.

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    También aseguró que espera que se hará justicia, pero “hasta que no haya sido condenado, no hay nada seguro”. A su vez, resaltó que los medios de comunicación ayudaron a hacer visible el caso de su hija y a que se agilizara el proceso de justicia.

    * EN ALIANZA CON KIENYKE.COM

  • Ella es la primera víctima de un ataque de ácido en Colombia

    Un ave fénix que logró renacer desde las cenizas. Eso es Gina Potes, la primera sobreviviente de un ataque con ácido que se registra en Colombia. Una mujer guerrera que luego de que atentaran contra su integridad decidió seguir con su vida, salir adelante con su nueva situación física y convertirse en un símbolo de superación.

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    Una decisión tomada

    A sus 27 años Gina Potes decide salir de la prisión en que se había convertido su habitación. Abre sus ojos, toma un respiro como si fuera a prepararse para comenzar una lucha. Una lucha eterna con su propia vida. Corre las cobijas de su cama y el primer pie que apoya en el suelo, es el derecho. Abre las cortinas de su habitación, la luz del día entra e ilumina cada espacio oculto y silencioso que se resguarda. Camina al baño, se mira al espejo, vuelve y respira. Agacha su cabeza como si se fuera a rendir, pero no, esto es un hecho. Ya se dio el primer paso.

    La casa mágica

    No es una casa de princesas ni de muñecas, pero tiene magia. No está hecha de baldosa tipo mármol, ni tiene ventanas con bordes en oro, o una cocina reluciente y con diamantes, ¡No! Es una casa real, hecha para mujeres reales y no para cuentos de fantasía. Sin embargo sí tiene poderes. Cuando llega una mujer que fue destrozada en su piel y alma, esta casa la transforma. Se convierte en un medio de construcción de sueños, de lucha. Es como una antigua fortaleza en donde se resguardan sus mejores soldados y en el momento en que están totalmente preparados, salen a luchar por su vida, por su valor propio.

    Sentada en su escritorio de vidrio, con una actitud que certifica la propiedad y tranquilidad que le transmite el lugar en donde se encuentra, Gina Potes, mientras me habla del hogar que ha forjado, centra su mirada en una fotografía que reúne a todas las mujeres víctimas de ataques con ácido que han llegado a la Fundación Reconstruyendo Rostros y así mismo han permanecido, en la búsqueda de un apoyo y comprensión.

    “Es un lugar que deja atrás las tristezas, el dolor, la tragedia”, dijo Gina Potes contemplando el techo y las paredes que la rodean en su sencilla oficina. Y mientras dirigía su mirada lentamente hacia la ventana que está al lado derecho de ella añadió metafóricamente: “es un espacio donde se aprende a entender que el sol sigue brillando a pesar de que hay días grises, al otro día sale como si nada… yo digo que mientras exista la vida todo se puede arreglar”.

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    Son poco más de las ocho de la noche, Gina Potes viste una blusa ligera de color negro, un pantalón ajustado a su figura y chancletas. Por el vestuario intuyo que pronto se irá a la cama, sí, allí, en la Fundación, porque es su propia vivienda en arriendo pero adaptada de manera humilde para acoger a las víctimas. De día es la casa mágica que transforma vidas, que reúne a las mujeres que quieren luchar por una existencia, de noche ya se convierte en la tranquila morada de descanso para Gina sin perder la magia ni el sentido de transformación.

    Durante la charla, Gina me cuenta sobre el inicio de este proyecto. Antes de obtener el título de Fundación, junto a Patricia Espitia, su compañera de batallas, también víctima y guerrera de vida, deciden crear un pequeño círculo de apoyo social, donde la base fundamental fueran las mujeres lesionadas con ácido que quieren dejar a un lado la compasión que las personas normalmente sentimos por su situación y salir adelante. Continuar su vida, sus proyectos, lograr convertir sus sueños y metas en verdad. Esto se llamó “Rostros sin ácido”. Luego, gracias al gran trabajo de Gina y Patricia, consiguieron a otros miembros profesionales para continuar con el camino de auxilio de víctimas. Con esto y una gran trayectoria, que aún no se acaba, se logró la constitución de la Fundación Reconstruyendo Rostros.

    Ciro Garnica, especialista en odontología; Eugenio Cabrera, director de Oftalmología; y Alan Gonzáles, su más grande aliado, apropiado de la cirugía plástica, son los tres guardianes de la casa mágica que han aportado con su experiencia al recorrido de transformar vidas. Con una expresión de agradecimiento hacia los tres hombres que han dado su tiempo y dedicación a esta causa, Gina los destaca por su interés autónomo de querer aportar sus conocimientos y experiencia sin recibir algo a cambio. Son hombres que por su propia iniciativa se suben las mangas y preguntan ¿qué hay que hacer? Sencillamente, se convirtieron en columnas para el crecimiento de este hogar.

    “Es la casa de todos. Para reír, para contar anécdotas, para convertirnos en familia” dijo Gina Potes, mientras presionaba sus manos contra el pecho, como mostrando la fuerza de la unión. Después agregó levantando sus manos empuñadas desde su cabeza, de forma pausada como si llevara una carga: “Este proceso de la casa ha sido como alzar una pesa que uno insiste e insiste en levantar, hasta que lo logra”.

    La Fundación Reconstruyendo Rostros se asemeja a la historia de su logo –la flor de loto– que fue creado por el diseñador Giovanni Aerronog e idea de su hija Nancy Nicol, el cual está pintado en cada pared blanca que se encuentra dentro de la casa. La flor de loto representa la pureza espiritual, de cuerpo y alma, cuyo objetivo es florecer en búsqueda de la luz como una elevación espiritual. Mientras la flor de loto representa la creación del universo; la Fundación, la evolución de nuevas vidas. Con un color rojo en la corola central que destaca el valor y el coraje, un rosado que simboliza lo sentimental y positivo en dos de sus pétalos que van abriendo esta flor. Y un púrpura para los externos, que determinan la nobleza y el poder. Sin olvidar, el reflejo de la flor en el agua, que es como el reflejo de las mujeres al renacer y verse a un espejo por primera vez. Son las características que encierran la magia de esta casa que no pierde la esperanza.

    “No apoyamos la porno miseria, que es mostrarse como una víctima peor, que solo quiere lástima” dijo Gina al tiempo que su faceta cambiaba de una mujer orgullosa a una mujer decepcionada. Con un ojos penetrantes y el ceño fruncido. Luego mientras agachaba su cabeza y me miraba de reojo agregó: “Se han perdido muchos de los procesos, porque ellas se dejan utilizar de morbo y amarillismo, esperando compasión… Quedarse no es obligación para nadie, solo sentido de pertenencia­”. En esta misma conversación, Gina hizo énfasis en que la principal lucha de la Fundación es por un común de las mujeres y no un fin individual.

    La muestra de esperanza es evidente en los términos y gestos de Gina Potes. De una u otra forma sus ojos transparentes y directos junto a su temperamento decidido y fuerte que acompaña cada palabra pronunciada, demuestran que los proyectos para la Fundación Reconstruyendo Rostros son aún muchos. Desde el trabajo en equipo para la creación de una cartilla que explique los auxilios que se le deben prestar a una víctima en el momento del ataque, hasta poder brindar un trabajo digno a las mujeres víctimas del ácido y que la sociedad les niega la oportunidad. La creación de un taller de confección en donde estas mujeres puedan coser prendas a la vez que recomponen las costuras internas de sus vidas. La creación de manualidades dirigidas por las grandes manos trigueñas de Gina y la meta de dejar de ser invisibles, son las causas por las que Gina Potes y su equipo de guardianes junto a sus sobrevivientes guerreras no dejan de trabajar. Sin los recursos suficientes o riquezas para lograr algo muy grande y sin la necesidad de hacer publicidad, esta casa mágica seguirá creciendo con la chispa de la esperanza, la lucha y el renacer de nuevas vidas.

    Ataque e impunidad

    Gina es una víctima sobreviviente de un momento de terror y crimen. Una mujer que suma en las listas de violencia en Colombia.

    El 28 de octubre de 1996, hacia las siete de la noche sonó el timbre de su casa, en el barrio San Vicente en el sur de Bogotá, cuenta Gina Potes. Ella con 20 años, junto a su hermana menor Angie y su hijo que apenas tenía tres años, salió a atender la puerta. “Fácilmente recuerdo a una señora que me preguntó por un jardín infantil­”, explicó Gina, quien luego añadió con una actitud de extrañeza por lo sucedido: “Mientras le daba las indicaciones llegó corriendo un hombre que me lanzó ‘esa cosa’ y me gritó ¡Quién la mandó a ser tan bonita!” –refiriéndose a ‘esa cosa’, como la sustancia de olor repugnante, pegajosa y espesa que sentía recorrer en todo su cuerpo. Lo que le siguió al ataque fue un desmayo que al despertar, recibió la sorpresa de que el ácido había borrado el rastro de su ropa y afectado parte de su cara, cuello, brazos, senos y abdomen. También, se llevó la piel facial de su hermana Angie y provocó el retumbante llanto de su hijo.

    El horror ya había llegado a Gina. Al verse al espejo, el sentimiento era de espanto y pavor. Su cara se había convertido en un borbollón ardiente, un volcán de color tan rojizo que estaba próximo a hacer erupción. ­“Todo lo que me destacaba, había quedado destruido” dijo Gina, agachando su mirada y moviendo sus dedos uno a uno, mientras los entrelazaba y recordaba su caso. Luego alzando su cabeza de forma lenta agregó: “Gracias a Dios el ácido no me alcanzó los ojos, los habría perdido. Además, por unos guantes para lavar la loza que tenía en las manos logré salvarlas de daños peores”.

    La agonía inició en el hospital El Tunal, que fue el primero en atender su emergencia. Allí, estuvo cinco horas sin atención, mientras el líquido viscoso seguía introduciéndose en sus nervios y destruyendo sus tejidos. El siguiente martirio fue en el hospital Simón Bolívar, en donde estuvo muriendo en vida por tres meses. Sin apoyo, sin protección y sin sentimientos. “Allí no tuvieron corazón. Cuando vieron que las cicatrices ya no sangraban, que ya habían cerrado, me botaron a la realidad, sin pensar en lo que sentía” dijo Gina, con tristeza en su mirada.

    Entre más seguía fluyendo nuestra conversación, surgió un tema que es simplemente controversial en el país, la impunidad. Pero, ¿qué es la impunidad? Si se busca en un diccionario, saldrá una definición simple: “No recibir castigo a un delito”. Un profesional en el contenido de problemáticas y justicia en Colombia podría responder que es un proceso falto de investigación que queda abierto y no resuelve la protección y cumplimiento de los derechos humanos, como lo concreta la Fiscalía General de la Nación para un artículo del diario El Tiempo. Sin embargo, Gina define la impunidad como falta de poder y desunión.

    Dentro de la lucha que existe para encontrar una mayor atención y solución a los casos de mujeres víctimas de ataques con ácido, desaparecer la impunidad es una de las misiones. La ley 1639 de 2013, con la modificación del Decreto 1033 que pone al ataque con ácido en una posición fuera a la violencia común, donde se busca castigar con más años y menos oportunidad a los victimarios, fue el primer paso que dio Gina Potes como activista de justicia y protección en los casos de agresión con ácido. A pesar de cada uno de los obstáculos que logró superar Gina para intentar el cumplimiento de la ley 1639, el Congreso la rechazó por falta de argumentos y firmas, dejando una vez más en vano el caso de muchas mujeres que habían sido atacadas con ácido. ­A Gina como a muchas mujeres, la silenciaron después de ser atacada, dejando a un lado la opción de hacer justicia en su proceso. “Este tipo de violencia era solo para pobres no para nadie con poder­… Los victimarios fueron tanto los agresores como el Estado. No me prestaron ninguna atención”, dijo Gina Potes mientras acaricia su mano izquierda en la parte superior con la derecha. Foto 4

    Hasta ese punto seguían invisibles e impunes las víctimas con ácido. Pero luego del 27 de marzo de 2014 en donde Natalia Ponce de León, única mujer entre tres hermanos de una familia adinerada, fue atacada y destruida con ácido en todo su rostro, el destino cambió. La ley 1639 que había estado en el camino de la justicia para las víctimas con ácido, fue renovada por la 1773 de 2016, que con los mismos contenidos, algunas modificaciones en sus artículos y bautizada por los medios de comunicación con el nombre de “Ley Natalia Ponce de León” se aprobó. “No debería tener un nombre singular y menos si hablamos de luchas, varias luchas­” afirmó Gina, mientras fruncía su ceño y negaba con su cabeza, después agregó: “Eso es la prostitución del Estado y los medios, que buscan seguir creando amarillismo y siendo oportunistas al mostrar una cicatriz”.

    Por la actitud de Gina al hablar de Natalia Ponce de León se podría decir que presentan ciertas diferencias de entendimiento, sin embargo, son mujeres que tienen una lucha en común, en busca de la justicia por las víctimas de ataque con ácido. “Llevo veinte años pisando en terrenos vírgenes, eso es un trabajo fuerte, sin demeritar al de la señorita (Natalia Ponce de León) y al de otros casos” dijo Gina al mismo tiempo que achina sus ojos y añadió con obviedad: “Los renombres de ella, son realidades que pienso yo, no son ocultos para nadie. La realidad de esta chica es una, y la realidad del 99,9 por ciento de las demás víctimas es otra, totalmente distinta”.

    Gracias a la aprobación de la ley 1773 de 2016, la lucha de las activistas víctimas y a la voz en los diferentes casos que ocurren en el país sobre ataques con ácido, como lo es Gina Potes, se ha visto una mejora, pero no es una solución completa ni tampoco elimina en un cien por ciento a la impunidad que sigue demostrando el Estado en estas situaciones. “Somos un Estado desunido, en eso radica. Todos vivimos nuestros mundos en forma separada­” dijo Gina, luego apuñando sus manos como indicando fortaleza y poder añadió­: “Pero ¿qué pasaría si nos agarramos de las manos y formamos una barrera inmensa?, ahí se marcaría la diferencia”, después con decepción y en voz baja dijo: “Eso no va a pasar”.

    Un ángel real

    El miércoles 15 de septiembre de 1976, nació Gina Lilián Potes Aguirre. Un regalito de amor y amistad que estaba destinado a ser abierto para mostrar la superación y victoria después de un ataque con ácido. Hija de Nancy Aguirre y un padre ausente. La segunda mujer de cuatro hermanos. Madre a los 16 años de su primer hijo y a los 18 del segundo. Físicamente, el primer impacto son sus ojos. Un par de ventanas grandes, que expresan la profundidad de su alma. La transparencia de su ser. El brillo es constante en cada mirada que transmite. La esencia y la luz de sus ojos que simboliza la magia en esta mujer, no se perdió después del ataque. Su piel, es un vivo ejemplo del color latino que nos representa. Un tono moreno, como noche bajo las estrellas. Sus grandes manos podrían atrapar al mundo. Abundancia en su cabello color negro, ondulado y largo. Y claro están, sus cicatrices. Una que empieza desde sus labios, sigue en su barbilla, termina hasta su pecho y varias en sus brazos que es la sobrevivencia de un acto atroz, al cual la única respuesta que le dio, fue seguir adelante.

    Entre sus palabras el amor hacia cada una de las víctimas que llegan a resguardarse en la casa mágica, es notorio. Ella es como una madre adoptiva que cuida de sus hijas (las mujeres vulneradas con ácido) hasta que se sientan listas para salir a enfrentar la vida. Gina, en su forma de ser irradia paz, tranquilidad. Se convirtió en protección y seguridad para una víctima. Aunque su voz aguda no tiene mucha relación con su personalidad valerosa, cada frase que pronuncia, la dice con la verraquera y actitud dominante para marcar diferencia y hacerse notar. Es una mujer que no busca publicidad del caso, si no justicia y diferencia para las víctimas.

    Patricia Espitia es la mejor amiga de Gina. Es una víctima más de los ataques con ácido que ha dejado la violencia en el país. Ella como miembro de la Fundación Reconstruyendo Rostros y así mismo, una valiosa sobreviviente más que ampara la casa mágica, habla de Gina Potes como una coincidencia y casualidad que ha dejado siete años de amistad real y sincera. “Gina es amor a primera vista. Es un ser lleno de alegría y esperanza, que a pesar de los dardos venenosos que recibe, sigue luchando. No sé cómo lo hace” afirmó Patricia, luego agregó: “Ella es una maga que toca a las personas y las cambia, es como una inyección de otro sentido para nosotras”.

    Patricia, su mejor amiga junto a muchas de las víctimas, destacan a Gina como un ángel que simplemente Dios puso en el camino de cada una. Una criatura diferente. Pero ella se identifica como una mujer real. “Me llaman ángel pero en realidad, soy normal. De carne y hueso como todas las mujeres. Con errores e imperfecta, solo con el don de querer progresar” dijo Gina con una sonrisa en su rostro que ilumina su mirada.

    El ave fénix

    Sobre su escritorio, Gina deja ver la evidencia de una fotografía, para ella su favorita, de la mujer que existió antes del ataque. En la foto tenía 18 años, con una melena ondulada que rodeaba su rostro, una cara tersa de muñeca y unas mejillas rosadas y redondas. Era una joven con muchos sueños, pero pocos ya definidos. Fue madre a temprana edad, así que no tuvo elección ni un camino establecido, solo dejar que pasara y corriera el tiempo. Sus pensamientos eran superficiales. A donde fuera, consigo llevaba problemas. A los 20 años sucedió el ataque con ácido. Aunque no se puede decir ni calificar que es una acción de cambio ni menos positiva, para Gina si fue la transformación. Después de afrontar 26 cirugías y 70 procedimientos quirúrgicos, renació una nueva mujer. Llegó una guerrera líder de una casa mágica. Con una actitud sensible y ejemplar. Que ha querido impactar la vida de las personas, sin importar el dinero o lo material. Surgió un nuevo capítulo para el libro de la vida de Gina Potes, que trajo consigo un proceso largo y arduo a pesar del avance que ha logrado. Llegó el paso a paso que deben superar las víctimas.

    El qué dirán de las personas, la negación de vanidad, la elección de cubrirse o no, la zozobra de las miradas del mundo hacia sus cicatrices, todo genera un proceso espinoso y de gran trabajo, como lo contó Gina. Un camino cubierto de piedras, que raspan, hieren y martirizan en cada paso a las víctimas, pero es necesario sobresalir de esto, para crecer, para dejar a un lado el pasado. Gina destacó que el proceso más grande, que no tiene un final, es abrir la cerradura que ocultan sus cicatrices, o como lo llama ella, sus marcas de guerra. Dejar salir su belleza interior y poner a un lado, como complemento, lo exterior. “Soy una mujer muy bonita. Todas somos hermosas a pesar de las marcas… Esto (señalando su cicatriz) no lo elegimos pero sí lo afrontamos. ¿Qué más podemos hacer?, la vida continúa y la mejor solución es entender para qué Dios nos puso al frente y reconocer que todo ha valido la pena” dijo Gina Potes acariciando su cabello, como si lo peinara. Luego traslada sus manos a la cicatriz de su barbilla, las resbala de forma lenta y con una mirada penetrante añadió: “Jamás se aceptará una cicatriz, pero sí se aprenderá a vivir con ella”.

    Por Lina Rodríguez

    * EN ALIANZA CON KIENYKE.COM 

  • La estrategia de Rafael Uribe Noguera para pedir su libertad

    La estrategia de Rafael Uribe Noguera para pedir su libertad

    La defensa de Rafael Uribe Noguera, quien para los investigadores de la Fiscalía General de la Nación, es el asesino de Yuliana Andrea Samboní, apeló la decisión de la jueza 79 de control de garantías que lo envió a la cárcel por su participación en el crimen y violación de la menor de siete años.

    El abogado del arquitecto expuso tres razones para pedir la libertad inmediata de su defendido. Que Uribe Noguera tiene un arraigo en la sociedad, que no va a obstruir el proceso penal, que no abandonará el país y en consecuencia, que se puede presentar a las diligencias judiciales para las que sea requerido.

    Aunque expertos consideran que un proceso judicial la primera estrategia de la defensa es pedir la libertad del defendido, la polémica por cuenta de esta solicitud crece.

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    La opinión pública no entiende las razones por las cuales la estrategia jurídica de Uribe Noguera se basa en pedir la libertad, pese a la luz de los hechos, sobre todo si se tiene en cuenta la sevicia con la que fue perpetrado el crimen.

    El juez 39 de control de garantías será el encargado de fijar la fecha para decidir si le dan o no la libertad a Rafael Uribe. El principal sospechoso de abusar, torturar y asesinar a la pequeña Yuliana Samboní, podría pagar hasta 60 años de cárcel.

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    Sin embargo, la semana pasada en diálogo con KienyKe.com, el representante a la Cámara, Efraín Torres Monsalvo, puso una alerta. 

    “A él (Rafael Uribe) por asesinato, secuestro y violación, lo pueden condenar a 50 años de cárcel o a la máxima pena que en Colombia es de 60 años. Pero, con los beneficios que ha dado la Corte Constitucional en otras ocasiones a este tipo de delincuentes, si él acepta los cargos, el juez le puede rebajar la pena a la mitad” explicó. Según dice, si el acusado estudia y trabaja, puede conseguir reducir su pena a 25 años.

    Sumado a esto, la justicia colombiana también contempla otro tipo de beneficios. “Aproximadamente a los 18 años de estarse cumpliendo la pena, este violador y asesino podría pedir la casa por cárcel” agregó Torres Monsalvo.

    Para el Representante de La U, el país ha sido testigo de hechos similares donde los delincuentes reciben rebajas de penas e incurren nuevamente en los mismos hechos. “En el Código de Infancia y Adolescencia quedó establecido que este tipo de violadores y asesinos no pueden recibir ningún tipo de beneficio (…) pero va a ocurrir lo mismo que sucedió el año pasado en Barranquilla, donde a un violador le dieron casa por cárcel, sin brazalete, y  se voló hacia La Guajira, y el Inpec no sabía dónde estaba”.

    El político considera que la única solución para que la justicia castigue con firmeza a este tipo de criminales, es que se apruebe la cadena perpetua. “Estas personas depravadas, sádicos y violadores, deben terminar el resto de sus días en la cárcel, necesitan estar apartados de la sociedad (…) Si en junio del próximo año no aprobamos este proyecto, nos tocará salir a las calles a recoger firmas para que a través de referendo, podamos decirle al Congreso de la República que necesitamos tener una ley para poder implementar esta medida”, agregó.

    Entre tanto, este martes se conoció que la Fiscalía General de la Nación´pedirá la máxima condena contra Rafael Uribe Noguera. El ente acusador basará su alegato en una prueba hallada por Medicina Legal.

    “El Instituto encuentra, sin ninguna duda y con certeza científica, que se encontró material biológico que vincula al señor Rafael Uribe en la muerte y abuso sexual de la menor de 7 años”, indicó el jefe de esa unidad, Carlos Valdés.

    Con esta información, que será la prueba reina de la Fiscalía General de la Nación, se  procederá a levantar la acusación contra Uribe de los delitos de tortura, secuestro, feminicidio y violación. Con la prueba científica queda demostrada la participación del hombre de 38 años en el abuso sexual y el asesinato de la pequeña Yuliana de 7 años.

    Al parecer el haber lavado el cuerpo de la niña en aceite pretendía eliminar los rastros de ADN, sangre y fluidos de la menor, pero las pruebas biológicas y científicas fueron superiores a esta artimaña y se pudo demostrar técnicamente que la niña sí fue abusada y asesinada por el hombre que desde el comienzo fue el principal sospechoso.

    Por su parte el director nacional de Fiscalías, Luis González, quien ha estado al frente de este caso, indicó que con las evidencias que ya hay, como los dictámenes de Medicina Legal, así como los registros de varias cámaras de vigilancia y los testimonios se tiene estructurada una teoría del caso y en tiempo récord se radicará el escrito de acusación contra Uribe Noguera.

    *Con información de KienyKe.com

  • Investigan muerte de celador de edificio donde apareció el cuerpo de Yuliana

    La Policía de Bogotá confirmó la muerte de Fernando Merchán Murillo, de 58 años que trabajaba en el edificio Equus donde se encontró el cuerpo de Yuliana Andrea Samboní el pasado domingo 4 de diciembre.

    El cuerpo sin vida del vigilante fue hallado en el conjunto Jardines de Castilla, localidad de Kennedy en el suroccidente de Bogotá.

    Lo que el hermano de Rafaél Uribe tendrá que aclararle a las autoridades

    El testimonio de Merchán Murillo era clave dentro de la investigación contra Rafael Uribe Noguera.

    KienyKe.com conoció que en este momento se adelanta la inspección técnica del cadáver del hombre.

    Fuentes judiciales señalaron que el cuerpo fue encontrado en el baño de su residencia con heridas de arma blanca.

    Al parecer, Merchán estaba solo al momento de los hechos y se presume que pudo tratarse de un suicidio, aunque la investigación judicial dará la confirmación del hecho.

    Las pruebas en el apartamento 603 que incriminan a Rafael Uribe Noguera

    Versiones preliminares señalan que el trabajor dejó una nota en la que se refería al caso.

    La muerte de este hombre se registra el mismo día en el que Francisco y Catalina, hermanos de Rafael Uribe rinden indagatoria en los Juzgados de Paloquemao.

    Un millón de dólares se habría ofrecido para defender a Rafael Uribe

    Las declaraciones de Murillo serían necesarias para establecer qué pasó la tarde del domingo en el apartamento 603, lugar en el que se habrían registrado los hechos.

    Las autoridades tratan de establecer sí Rafael Uribe Noguera, hermano del sospechoso del asesinato entró a este apartamento horas antes de que diera aviso a la policía.

    *Con información de KienyKe.com

  • Con inteligencia artificial, Facebook busca detectar videos en vivo ofensivos

    Facebook está trabajando en la señalización automática de material ofensivo en transmisiones de video en vivo, en un creciente esfuerzo por usar a la inteligencia artificial para monitorizar contenido, dijo Joaquín Quiñonero Candela, director deaprendizaje aplicado de las máquinas de la red social.

    La compañía ha estado involucrada en varias controversias por moderación de contenido este año, desde críticas internacionales por retirar una icónica foto de la Guerra de Vietnam debido a que muestra a una niña desnuda, hasta permitir la propagación de noticias falsas.

    Históricamente, Facebook ha dependido principalmente de usuarios que reportan publicaciones ofensivas, que luego son examinadas por empleados de la red social basándose en «estándares comunitarios» de la compañía.

    Las decisiones sobre temas de contenido especialmente espinosos que podrían requerir de cambios de política son realizadas por ejecutivos de la firma.

    Candela dijo a los periodistas que Facebook está usando cada vez más la inteligencia artificial para hallar material ofensivo. Es «un algoritmo que detecta desnudez, violencia, o cualquiera de las cosas que no concuerdan con nuestra política», afirmó.

    La empresa ya ha estado trabajando para usar mecanismos automáticos para señalar contenido extremista en videos, como informó Reuters en junio.

    Ahora el sistema automatizado también está siendo probado en Facebook Live, el servicio de transmisión de video que permite a los usuarios transmitir en vivo.

    El presidente ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg, dijo en noviembre que la compañía recurrirá a la automatización como parte de un plan para identificar noticias falsas.

    Antes de la elección presidencial del 8 de noviembre en Estados Unidos, usuarios de la red social vieron reportes de noticias falsos que afirmaban que el Papa Francisco respaldaba a Donald Trump y que un agente federal que había investigado a la candidata demócrata, Hillary Clinton, había sido hallado muerto.

    *Texto tomado de Reuters

  • Muere el arquero Marcos Danilo, sobreviviente al accidente aéreo, tras intervención quirúrgica

    Un avión que transportaba a los integrantes del equipo de fútbol Chapecoense de Brasil para jugar la final de la Copa Sudamericana se accidentó en territorio antioqueño en la noche de este lunes provocando la muerte de 71 ocupantes de un total de 77.

    «Una aeronave procedente de Bolivia de la empresa Lamia con matrícula LMI 2933 RJ 80 se accidentó en el cerro El Gordo, en cercanías al municipio de la Unión, Antioquia, con 77 pasajeros, los cuales pertenecen al equipo Chapecoense de Brasil», precisó un comunicado de la Aeronáutica colombiana en el que reportó el siniestro.

    Durante las labores de rescate, las autoridades habían confirmado que eran seis las personas sobrevivientes al siniestro. En la lista se encontraban los jugadores Marcos Danilo Padilha, Alan Luciano Ruschel, Helio Hermito Zampier, Jackson Ragnar Follmann, y los pasajeros Rafael Correa Gobbato y Ximena Suárez; sin embargo, horas después se conoció que el arquero titular Marcos Danilo Padilha no resistió una intervención quirúrgica y murió.

    Por su parte, según información de la Cruz Roja, al arquero suplente Jackson Ragnar Follmann, de 24 años, se le amputará una de sus piernas. 

    Inicialmente el jefe regional de la policía, general José Gerardo Acevedo, había reportado 76 muertos y cinco sobrevivientes.

    El director de la Aeronáutica Civil, Alfredo Bocanegra, reveló que la tripulación reportó fallas eléctricas antes del accidente.

    «No existe evidencia de combustible en la aeronave», sostuvo el funcionario al referirse a una hipótesis según la cual el avión se quedó sin gasolina en la aproximación a la pista.

    El equipo brasileño llegaba a la ciudad de Medellín para disputar el miércoles el partido de ida por la final de Copa Sudamericana con Atlético Nacional de Colombia.

    El Departamento Administrativo del Sistema para la Prevención, Atención y Recuperación de Desastres de la Gobernación de Antioquia dijo que el avión fue reportado como extraviado a escasos minutos de aterrizar en el aeropuerto José María Córdova.

    El avión, de la empresa Lamia Corporation SRL, procedía del aeropuerto Viru Viru de Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, y debió aterrizar en el terminal que sirve a la ciudad de Medellín.

    En la zona en donde se estrelló el avión se registraban lluvias y escasa visibilidad, lo que obligó a suspender momentáneamente las labores de rescate.

    La oscuridad de la noche y las malas condiciones climatológicas también impidieron la operación de helicópteros militares y civiles para apoyar las labores de rescate, informaron fuentes castrenses.

    La Confederación Sudamericana de Fútbol suspendió hasta nueva orden todas las actividades competitivas y lamentó el accidente.

    Atlético Nacional, el rival del club brasileño, también lamentó el accidente en un mensaje por su cuenta de Twitter.

    Socorristas y bomberos empezaron las labores de rescate de las víctimas y el traslado de los cuerpos a la ciudad de Medellín.

    * Texto tomado de Reuters

     

  • La novela gráfica que quiere hacerle justicia a La Vorágine

    La novela gráfica que quiere hacerle justicia a La Vorágine

    En el 2024 La Vorágine, la más emblemática obra del escritor huilense José Eustasio Rivera, cumplirá cien años.

    La novela modernista, que se convirtió en un clásico de la literatura colombiana por la forma cruda en que retrató la explotación de caucho en el Amazonas y la violencia de los años veinte, sigue vigente en estos tiempos donde el país busca cerrar para siempre el oscuro capítulo de décadas de muerte por diferencias políticas y sociales.

    Sin embargo, muchos ven en el libro de Rivera páginas de difícil lectura cargadas de un lenguaje que exige concentración extrema y bagaje cultural de quien se anime a emprender esta aventura por la selva y los llanos.

    Óscar Pantoja es un escritor que se ha dedicado a explorar el oficio desde propuestas novedosas que rompen con los lenguajes convencionales. Una de estas es su novela gráfica Gabo, memorias de una vida mágica, con la que se hizo merecedor del Premio Romic al mejor cómic latinoamericano en el Salón del Cómic de Roma el año pasado.

    A Pantoja le daba vueltas en la cabeza resaltar el valor literario de Rivera desde este género. Por eso se le ocurrió adaptar La Vorágine y comenzó a proponer su idea a diferentes editoriales. Para su sorpresa, nadie se atrevía a darle el visto bueno al proyecto.

    Así pues, decidió tocar la puerta de Neil Romero, un licenciado en Lenguas Modernas y magíster en Literatura al que conoció en un taller de cuento. Juntos se embarcaron en la aventura de acercar esta joya colombiana a los lectores más jóvenes. A raíz de esta unión de esfuerzos nació Resplandor Editorial en el 2014, dirigida por el mismo Neil.

    La parte visual es fundamental a la hora de hacer una novela gráfica. El elegido para llevar a cabo la tarea fue José Luis Jiménez, un diseñador gráfico e ilustrador preparado para esta, pues es co-creador de Los Once, cómic inspirado en el holocausto del Palacio de Justicia.

    Jiménez aceptó sin dudar la propuesta de Pantoja, aunque confiesa que en ese momento no se había leído el libro. Él comenzó a trabajar inicialmente con el guion que ya había desarrollado Óscar, quien le sugirió que aún no se comprara el título del escritor huilense.

    Fue su mamá quien se lo regaló cuando ya iba avanzado con las ilustraciones. “Yo me volví loco con el libro y con este proyecto”, dice, mientras asegura que algunas personas cercanas con las que habló le dijeron WhatsApp Image 2016-11-24 at 9.43.48 PMque no pudieron con el estilo de Rivera.

    ¿Por qué reescribir este clásico? Precisamente esa gente es la justificación. Los autores quisieron contar la riqueza de la historia en un lenguaje completamente diferente. “Llegamos a los lectores para que la novela tenga una justicia”, explica Pantoja.

    «Rivera estaría feliz de leer esta novela gráfica”

    Isaías Peña, huilense que ha consagrado su vida a las letras y que conoce de cerca a su paisano José Eustasio Rivera, estuvo a cargo del prólogo de la novela gráfica.

    Él está convencido de que la persona más agradecida con este proyecto conjunto sería el mismo autor de la novela original. Según cuenta, Rivera intentó adaptar sin éxito su historia al cine y murió antes de ver La Vorágine traducida a otros idiomas.

    Para el maestro Peña, esta adaptación no rompe con la estructura de la obra ni tiene la intención de reemplazarla. En eso coincide Pantoja, quien espera “que ambas estén en las bibliotecas de las casas colombianas”.

    Incluso los autores de este homenaje a uno de los escritores más importantes del país invitan a leerse los dos libros en el orden que al lector se le antoje. En cualquier caso, prometen que este no se quedará con uno, sino que le darán ganas de dejarse envolver por ambos lenguajes.

    ¿Dónde adquirirlo?

    La Vorágine, novela gráfica, está disponible en Tango Discos (Carrera 15 #88 – 63).

    También puede contactar a Resplandor Editorial para adquirir una copia (Teléfonos 2256923 y 311 497 9373).

     

  • Cinco contradicciones que convirtieron el Caso Colmenares en una novela judicial

    Durante cuatro años el conocido Caso Colmenares se consolidó como una novela judicial con todos sus ingredientes: drama, amor, muerte, dinero y muchas preguntas por resolver.

    En las últimas semanas se han conocido los alegatos de conclusión de las partes; la Fiscalía y la Procuraduría piden que Laura Moreno y Jessy Quintero, las únicas acusadas, sean condenadas, mientras que la defensa de ambas pidió aplazar su intervención para el próximo jueves primero de diciembre. Después de este día será la jueza 11 de conocimiento quien emita el sentido del fallo en el proceso sobre la extraña muerte de Luis Andrés Colmenares Escobar. De esa manera se cerraría el caso más sonado de la justicia penal de Colombia en las más recientes décadas.

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    ¿Fue un homicidio? Como lo señalan sus padres Luis Alfonso Colmenares y Oneida Escobar, o ¿un accidente? Como lo han afirmado las jóvenes señaladas.

    Aunque los interrogantes van más allá por la complejidad del caso y las personas que han resultado involucradas en estos años, hay ciertos puntos que han resultado polémicos y contradictorios en la historia, que han chocado y han abierto más capítulos sin conclusión.

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    Contradicciones en el Caso Colmenares

    La ropa de Colmenares 

    De acuerdo con el padre de Luis Andrés, el informe de necropsia entregado por Medicina Legal detalló con marcas, colores y tamaños el atuendo de su hijo al momento de la muerte. Según afirma, esto sería clave para el proceso.

    “Cuando uno hace una ampliación del cuerpo de Luis en el levantamiento del cadáver y observa con detalle el pantalón… está impregnado de pasto y si está impregnado de pasto fue porque lo arrastraron”, dijo el padre en los últimos días.

    Sobre esto la Fiscalía se pronunció en 2013. En siete puntos, dice el ente investigador que la funeraria al que fue trasladado el cuerpo desechó las prendas, debido a que el “laboratorio de tanatopraxia las consideró un residuo peligroso”.

    “Objetivamente no se observa ninguna irregularidad con el manejo de las prendas de vestir que portaba Colmenares, pues, a pesar que la médico legista indicó en el informe de necropsia que la muerte era violenta por establecer, no consideró necesaria la realización de algún examen sobre dichas prendas, disponiendo la entrega del cadáver junto con las mismas, tal como efectivamente sucedió”, señala un documento de ese entonces.

    Sin embargo, Colmenares insiste en la actualidad: “¿Qué hizo la Fiscalía,  qué averiguó al respecto?”

    El caso de Carlos Cárdenas

    Este ha sido uno de los capítulos más amplios de la historia. El joven fue vinculado al proceso e incluso el Consejo Superior de la Judicatura indagó a la abogada Aidé Acevedo y a la madre de Cárdenas, María del Pilar Gómez por obstrucción a la justicia.

    Sobre su presencia en el lugar en el que minutos antes departió Colmenares con compañeros de la Universidad de los Andes, las versiones no coincidieron.

    Mientras que Laura Moreno manifestaba que no había visto la noche del 30 de octubre de 2010 a su exnovio, él mismo confirmó después que en efecto sí había acudido a esa misma fiesta.

    El caso de Cárdenas fue resuelto en 2014. El juez fue contundente al sostener que “no existe certeza, más allá de toda duda razonable, de que la muerte sea producto de un homicidio (…) Las lesiones pudieron ser producto de la caída (de Colmenares al caño del parque el Virrey de Bogotá). Y si se tratara de asesinato no se probó que el responsable sea Carlos Cárdenas”.

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    Las versiones de Laura Moreno 

    El caso se enmarañó en varias oportunidades con las declaraciones de una de las protaognistas del caso. Laura Moreno mostró tres sitios diferentes para referirse al supuesto accidente que tuvo el joven con el que salía en ese entonces. En 2014 el Tribunal Superior de Bogotá concluyó que Luis Andrés fue asesinado y que ella fue la última persona en verlo con vida, por lo que debería saber con más claridad qué fue lo que sucedió.

    El Tribunal calificó como “incomprensibles, contradictorias, inexplicables, inconsistentes y no razonables” las palabras de Moreno. Primero señaló que se trató de una caída y luego indicó que se había lanzado de forma voluntaria.

    “No es razonable asumir que una persona que por su estado de embriaguez solicitó que le ayudaran a bajar unas escaleras, solo momentos más tarde aparezca corriendo, saltando una baranda y haciendo una especie de salto olímpico para arrojarse a un canal”, apuntaron en esa oportunidad los magistrados.

    De la misma forma, se refirieron al supuesto desmayo que sufrió cuando encontraron el cuerpo del joven y a las versiones que entregó sobre las llamadas al celular. A un policía le dijo que tenía el teléfono de Colmenares, mientras que a un bombero le indicó que le había marcado sin obtener respuesta.

    Falsos testigos  

    “Lo que más recuerdo es que cuando lo montan, el muchacho que se va subir de copiloto me dice: ¿qué mira? Hoy en día yo aseguro, porque lo conocí por los medios, que era Carlos Cárdenas. Nunca se me va a olvidar la cara de él. Y los nombres de los otros muchachos los supe hace poco”. Esas fueron las palabras que usó Jesús Alberto Martínez Durán en 2012 para explicar lo que había ocurrido esa noche.

    Jonathan Martínez y José Wilber Ayola también declararon. Fueron vinculados al programa de protección a testigos y recibieron dinero. La entonces fiscal delegada ante la Corte Suprema de Justicia, Marta Lucía Zamora, descubrió que se trataba de una mentira. Estos dos últimos terminaron en la cárcel por falso testimonio.

    ¿Suicidio, accidente u homicidio?

    El estudio de los peritos científicos ha sido clave a lo largo del caso Colmenares. Yocasta Brugal Mena, médica patóloga forense, fue clara al decir que en este tema nunca se habla con certeza, sino con términos como “probablemente”. Para ella, Luis Andrés murió como “consecuencia de una asfixia por sumersión incompleta (es decir, cayó al caño y absorbió líquido del caño – estando inconsciente – pero su cuerpo no fue cubierto completamente por el agua)”.

    Miguel Cecilio Botella, antropólogo forense, concuerda con la patóloga: “la persona perdió inmediatamente la conciencia, y por ello se ahogó sin posibilidad de defensa”.

    Por su parte, Máximo Duque, exdirector de Medicina Legal, quien realizó una segunda necropsia del cuerpo del joven en septiembre del 2011, dijo que el cráneo no tenía una sino siete fracturas, lo que provocó “trauma craneo-cervical y trauma craneoencefálico”, por lo que terminó catalogándolo como un homicidio.

    * EN ALIANZA CON KIENYKE.COM 

  • Fiscalía solicita fallo condenatorio contra Laura moreno y Jessy Quintero

    Fiscalía solicita fallo condenatorio contra Laura moreno y Jessy Quintero

    Este miércoles en la mañana, la Fiscalía General de la Nación solicitó fallo condenatorio contra Laura Moreno y Jessy Quintero, luego de que varios de los especialistas que han revisado el caso coincidieran en que Luis Andrés Colmenares recibió varios golpes antes de morir el pasado 31 de octubre del 2010.

    Según la Fiscal 60 delegada, no es verídico que aquel día ambas jóvenes salieran de la discoteca Penthouse, en la calle 85 con carrera 15, junto a Colmenares a comprar un perro caliente, tal y como lo aseguran en su versión.

    Además, el ente acusador afirma que “la versión con respecto a que Luis Andrés corrió desde la calle 85 por la carrera 15 hacia el norte, luego por la calle 86 A, la carrera 13 A, hasta la calle 88, saltó la baranda que bordeaba el parque El Virrey para lanzarse al canal y que después desapareció dentro de él fue creada por Laura Moreno”.

    La Fiscalía insistió en que Moreno y Quintero conocen las verdaderas circunstancias en las que ocurrieron los hechos, por lo que podrían estar obstaculizando el proceso.

     

  • El Che Guevara y Jaime Garzón, los rostros de la Universidad Nacional

    El Che Guevara y Jaime Garzón, los rostros de la Universidad Nacional

    Luego del debate que creó la eliminación del rostro del Che Guevara de la plazoleta central de la Universidad Nacional, la cual durante varios años había acogido dicha imagen, varios estudiantes de la institución se unieron en la reconstrucción de esta pintura.

    Sin embargo, esta vez el retrato del líder revolucionario no fue el eje central de dicho lugar, pues la imagen del periodista y comediante colombiano Jaime Garzón fue plasmada también en el muro blanco.

    La iniciativa fue de los mismos estudiantes quienes escogieron a Garzón como símbolo de reconciliación tras lo ocurrido con el mural del Che. Además, se da como parte de la situación por la que atraviesa la institución educativa teniendo en cuenta el recorte de personal y el problema en sus estructuras, situación por la que veló Jaime Garzón en vida.