En estos primeros meses de 2024, el proyecto del Metro de Bogotá se ha perfilado como una de las apuestas fundamentales de Movilidad para nuestra ciudad y, asimismo, se ha convertido en el punto central de diversas controversias e inconformismos incluso por parte de las ciudadanas y los ciudadanos.
Después de las recientes ‘pullas’ entre el gerente del Metro y el consorcio chino encargado de la construcción —hasta el embajador de China en Colombia estuvo involucrado— por demoras en las obras y la contemplación de multas, este viernes se expidió un decreto desde el Ministerio de Hacienda con el cual se asegura la inversión de más de 776 mil millones de pesos para esta gran obra.
Aunque la polémica no cedió con la firma del documento: Ricardo Bonilla, jefe de la cartera encargada de la autorización del desembolso, tuvo que aclarar que en la expedición vía decreto no hubo ningún error ni mucho menos una ilegalidad.
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El alivio económico para el avance del Metro no frena las polémicas
En AHORA conocimos los detalles del Decreto 0163 de 2024, con el cual se avala el presupuesto de más de 776 mil millones para la financiación del Metro de Bogotá. Esto, en primera medida, pareciera un ‘espaldarazo’ del Gobierno al proyecto.
Vale destacar que el documento es más una modificación que una novedad: en el Decreto 2295 de 2023 se hablaba del apoyo presupuestal del Gobierno al Metro pero sin hacer mención exacta del monto destinado a la inversión.
Siendo así, ¿qué implicaciones plantea este nuevo Decreto?
“De alguna manera, el Gobierno Nacional quiso presionar en su interés de que hiciéramos un Metro subterráneo y no elevado diciendo ‘Oiga, es que yo pongo buena parte del dinero’ entonces empiezo a presionar diciendo ‘De pronto no doy el dinero’”, indicó Germán Prieto, docente de Gerencia de Transporte de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
Pero que se rompiera la cinta roja de este nuevo alivio económico tiene sus ‘peros’. Por ejemplo, el total para este año de los 776 mil millones podría no darse dado que se tendrán en cuenta los retrasos de la obra, mencionados hace apenas unas semanas por Leonidas Narváez, gerente del Metro.
“Lo que hay que examinar es si lo que está previsto para este año debería entregarse dado el nivel de retraso de la obra”, afirmó Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda.
Bonilla también tuvo que justificar las formas para oficializar el Decreto: “No hay ningún error en el presupuesto general porque el Congreso aprueba programas, pero no proyectos, por lo que no hay nada ilegal”.
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Entre el vaivén del dinero, sumado al reajuste del calendario de entrega de las obras del Metro, la controversia creció lo suficiente como para que el alcalde Carlos Fernando Galán saliera a ‘rendir cuentas’ sobre el avance verdadero del proyecto.
“La cifra más actualizada es que vamos en un avance de 29,93 %, casi 30 %, hay un atraso del contratista de casi el 2 % que estamos trabajando para que se resuelva”, indicó Galán por medio de un video grabado a modo de ‘selfie’ en su despacho.
¿El Metro elevado se hunde y es subterráneo?
La ratificación de esta inversión por parte del Gobierno Nacional —teniendo en cuenta los encontronazos entre la exalcaldesa Claudia López y el presidente Gustavo Petro por la construcción del proyecto— supuso una inquietud entre expertas y expertos: ¿seguirá el plan del Metro elevado o se vuelve subterráneo?
La Sociedad Colombiana de Ingenieros se pronunció para indicar que, si bien podrían brindar un concepto sobre el Metro subterráneo, no dejaría de ser un análisis académico más allá de cualquier aplicabilidad que deseen implementar las entidades correspondientes.
Entonces la idea no parece muy viable, o al menos así lo planteó el exgerente del Metro Andrés Escobar: dijo que, durante su estancia a cargo del proyecto, se hicieron los estudios y se firmaron los avales que hoy en día dieron pie a las diversas construcciones a lo largo y ancho de Bogotá.
Y justo de las construcciones se desprende la última gran controversia a tener en cuenta: ¿por qué la percepción ciudadana general señala que no hay un avance real en el Metro cuando incluso ya se ‘ven’ las dos primeras columnas que sostendrán el viaducto?
“Entramos como en un forcejeo por el ‘tira y afloje’ entre el Gobierno Nacional y Local. Entonces es ‘mostremos que vamos bien, vea que sí avanzamos’, pero claro: el ciudadano de a pie se preguntará ‘¿cómo que avanzamos el 30 % si yo no veo absolutamente nada?’, se ven unos predios que se han tumbado y ya (…) Yo quisiera poner el símil de cuando se hace un edificio: nosotros vemos que arranca la construcción, se cierra el predio y dura muchos meses que uno ve que trabajan y trabajan pero nada avanza”, dijo el docente Prieto.
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En todo caso, las obras del Metro siguen más allá de la ratificación de presupuesto del Gobierno pues ya existe todo un plan de pagos, entregas y construcciones que pronostican, por ejemplo, que el sistema funcione en su totalidad dentro de cuatro años.
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