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Hablar de la tradición culinaria de los bogotanos y habitantes de los municipios aledaños nos hace remitirnos a nuestros ancestros y pueblos indígenas que habitaron estos territorios hace cientos de años, por ejemplo, los Muiscas. 

Algunos de los descendientes de este pueblo indígena actualmente habitan en diferentes localidades de Bogotá y en municipios vecinos como Cota y Chía. Este pueblo indígena mantiene algunas tradiciones y costumbres frente a la comida que han trascendido e incluso fueron transformadas con la llegada de los españoles. 

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Actualmente, muchos de los platos tradicionales de la ciudad, las técnicas de obtención de alimentos e incluso sus preparaciones, hacen parte de las tradiciones de estas comunidades indígenas y que hoy en día se ven reflejadas en los habitantes de las zonas rurales de la ciudad y campesinos, así lo cuenta Junior Ortiz, miembro y sabedor del tejido comunitario Muisca Teusaka.

“Las tradiciones Muiscas se sientan sobre todo en la zona rural o campesina, que es lo que nosotros llamamos como lo ‘Amestizado’… Para los campesinos, muchas de sus prácticas son de origen muisca”.

Teniendo en cuenta lo anterior, haremos un recorrido por algunas de las costumbres culinarias de los muiscas.  Para empezar, tenemos que hablar del maíz, el “grano madre” de esta comunidad y del que se desprenden varias preparaciones a través de diferentes técnicas, así es como lo explica Jairo Maldonado, mayor de la comunidad Muisca de Ronda del Río.

“Con el maíz hay diversas preparaciones que actualmente se conservan en diferentes culturas campesinas, no solo muiscas sino también de otros territorios del país e incluso de América”.

Aquí una lista de preparaciones a base del maíz

•         Arepa
•         Envueltos de mazorca
•         Harina de maíz
•         Tortillas  
•         Mazamorra
•         Mute
•         Tamal de picao
•         Mazamorra chiquita y dulce
•         Pan de maíz

En cuanto a las bebidas preparadas a base de maíz se encuentra la chicha y el guarapo.

“De las preparaciones de las que si se augura esta memoria, es la preparación de la facua que en muisca es la chicha, hecha con maíz blandito amarillo, es decir, con harina de maíz que se extrae”, aseguró Jairo Maldonado.

La diferencia entre la chicha y el masato es que la segunda es mucho más espesa, con una adaptación más reciente y con menos fermentación. Sopas, tubérculos y verduras Los tubérculos como los cubios, chuguas, hibias, ollucos, arracacha, yuca, rábano y diferentes clases de papá son ingredientes con los que los Muiscas realizan cocidos, sancochos y pucheros desde hace años y hoy en día siguen presentes. Aquí algunas de estas preparaciones.

•         Sopa de mute
•         Changua
•         Cuchuco 
•         Sancocho
•         Ajiaco
•         Mazamorra chiquita
•         Sopa de cangrejo
•         Papa chorreado
•         Pasteles de arracacha
•         Poteca de ahuyama

Como podemos ver, muchos de los platos antes mencionados hacen parte de los platos típicos de nuestra ciudad y alrededores. Los cambios que se han presentado han sido a raíz de la fusión de dos culturas, como, por ejemplo, el reemplazo de las originales carnes de caza por la carne de res y cerdo traída en la colonización. 

La Policía Nacional designó en las últimas horas al Brigadier General Carlos Fernando Triana Beltrán, como nuevo comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá. El alto oficial ocupaba el cargo de director en la Escuela de Cadetes en Santander. 

En su carrera en la institución, ha ejercido cargos como jefe de inteligencia en la Seccional de Investigación Criminal, ha sido comandante de estaciones y distritos policiales del departamento de Cundinamarca, y oficial de enlace ante la Gobernación, entre otras funciones. 

Ahora su reto será el de disminuir los homicidios y combatir la inseguridad de la capital.

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En Bogotá, la vacuna contra el tétano está disponible de manera gratuita gracias a la Secretaría de Salud. La institución ofrece la aplicación a la población de niñas y niños, desde los dos meses hasta los cinco años de edad, y a las mujeres en edad fértil, entre los 10 y 49 años. 

Esta vacuna es segura a la hora de prevenir el tétano neonatal en las mujeres y está incluida en el Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI) del Distrito. 

El tétano es una enfermedad que se puede evitar mediante la vacunación, por ello, Bogotá cuenta con más de 200 puntos para este propósito, los cuales están dispuestos para que la población priorizada complete su esquema de protección gratuita.  Puntos de vacunación contra el tétano en Bogotá Los puntos de vacunación gratuitos contra el tétano u otras enfermedades como el sarampión o rubéola en Bogotá se pueden consultar en la página web de la Secretaría de Salud o en el mapa dispuesto por la Alcaldía de Bogotá.   

¿Qué es el tétano? Según la Secretaría de Salud, el tétano es una enfermedad infecciosa producida por un bacilo llamado clostridium tetani, este se caracteriza por ser muy resistente al ambiente y sobrevivir sin oxígeno y sin luz durante muchos años. El tétano se contagia a través de una herida contaminada, la cual ingresa el microorganismo. No se transmite de persona a persona. 

Los síntomas más comunes para identificar esta enfermedad son: rigidez muscular de la mandíbula seguida por rigidez del cuello, dificultad para la deglución (acción de tragar los alimentos y pasarlos desde la boca hasta el estómago) o rigidez de los músculos del abdomen, sudor y fiebre. 

Bogotá actualmente cuenta con 163.663 hectáreas de las cuales, 122.257 pertenecen a los suelos rurales, es decir el 74,7 % del total, de acuerdo con las cifras de la Secretaría de Desarrollo Económico, lo que permite reafirmar que la capital del país es mucho más rural de lo que nos imaginamos. 

De los casi 8 millones de habitantes que tiene Bogotá, aproximadamente 51.203 de ellos viven en estas zonas rurales que están divididas en diferentes localidades de la ciudad como: Ciudad Bolívar, Sumapaz, Usme, Usaquén, Santa Fe, San Cristóbal, Chapinero y Suba.

Sin embargo, cada una de ellas cuenta con características diferentes, entre ellas, sus cultivos, climas y número de habitantes. 

Ciudad Bolívar

Esta localidad cuenta con 9 veredas rurales y tres corregimientos, Mochuelo, Quiba y Pasquilla. El 72 % de su área es rural y en ella habitan aproximadamente 4.785 personas.

El clima oscila entre los 4ºC y los 14ºC y se caracteriza por sus cosechas de papa, zanahoria y fresa, también se producen productos lácteos, entre otros alimentos. 

Sumapaz

La localidad más extensa y a la vez menos poblada de Bogotá. Sumapaz es totalmente rural y cuenta con 78.095 hectáreas de las cuales habitan 6.800 personas. Allí se encuentra el páramo más grande del mundo que hace parte de los 36 complejos de páramos con los que cuenta Colombia.

En esta zona rural se cultiva papa, arveja, frijol, arracacha, hortalizas, maíz, tomate de árbol, uchuva, mora, lulo, curuba y fresa.

Usme

El 75% del área de Usme es rural, es decir, alrededor de 18.500 hectáreas que están divididas en 14 zonas veredales. En esta localidad se ubica el Río Tunjuelito, uno de los mayores aportantes de agua potable, que abastece 5 localidades de Bogotá.

En 2017 se realizó un hallazgo arquitectónico, se trata de un cementerio ancestral con piezas que datan 3.500 años antes de Cristo, con 135 restos de individuos muiscas encontrados.

Usaquén:

El 52 % de esa localidad es rural y dentro de esta zona está ubicado el Humedal Torca, donde se encuentran 31 especies de aves como patos, tinguas y monjitas, además de lagartos, culebras sabaneras y ranas verdes.

Una de las problemáticas más arraigadas a esta zona rural es el desarrollo urbanístico, tan solo el 3 % de la malla vial rural de la localidad está en buen estado.  

Santa Fe

El 85 % de esta localidad es rural. Monserrate, Guadalupe y El Verjón hacen parte de las zonas sin urbanizar que ocupan la mayor parte del territorio de San Fe. Algunos de los productos que se cultivan en El Verjón son papa, coliflor, brócoli, cebolla, cilantro, anís y caléndula.

En esta localidad también está ubicado el Bioparque Casa Colibrí, un espacio turístico para aprender de sostenibilidad en ecosistemas alto andinos y de páramo.

San Cristóbal

Esta localidad es 67 % rural y cuenta con la reserva El Delirio, área que corresponde a los nacimientos de los cuerpos de agua que dan origen al Río Fucha y hace parte de la superficie de reserva forestal protectora de los cerros orientales de Bogotá.

El Idiger identificó 116 predios en zona rural de San Cristóbal: 45 con vivienda y 71 sin construcciones residenciales.

Chapinero

El 68 % de esta localidad es rural. La vereda Verjón Bajo, el páramo de Cruz Verde y el Río del Arzobispo hacen parte de ella. El 47 % del suelo rural de Chapinero está dedicado al cultivo. Los alimentos que se cosechan allí son hortalizas, arvejas, haba, cebolla y papa pastusa.

Suba

En parte de esta zona rural se ubica el humedal Guaymaral y la Reserva Van der Hammen, el 37 % de sus hectáreas son rurales.

Algunas especies endémicas que habitan en Suba son la garza bueyera, la garza real, la tingüa de pico amarillo, el patico zambullidor y la garza nocturna. Los productos que se cosechan en Suba son el maíz y la guatila.

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¿Has jugado rana, golosa o trompo? Si la respuesta es sí, entonces reconocerás los juegos infaltables en la infancia de muchos bogotanos. Acompáñanos y celebremos juntos y juntas el cumpleaños número 484 de la capital colombiana.

Jugar con los niños del barrio o del colegio era una excusa para reír, correr y sobre todo para revivir los cuentos de los abuelos, que se reunían para jugar rana o tejo. Los más pequeños comenzaron su diversión jugando a la golosa y a las escondidas.

La magia de los juegos tradicionales pasó de generación en generación y, a la fecha, juegos como el trompo y la coca siguen vendiéndose en sitios como el Centro de Bogotá.

“En ese momento era el disfrute, poder divertirte, correr, tomar el pelo, hacer algo diferente a la hora del descanso. Pero ahorita, que uno empieza a rememorar lo que vivió, uno extraña es esa interacción con los amigos”, contó Yuli Fernández, ciudadana.

El compartir con otros es uno de los recuerdos que a muchas personas les llega a la cabeza cuando le nombran cualquiera de los juegos tradicionales de Bogotá.

Aunque estas dinámicas parecen sencillas, necesitan técnica y el desarrollo de habilidades motoras que se practican en cada juego.

“Este juego se llama coca o balero y para lanzar hay una distancia entre el mango y la cabeza. Se lanza y el mismo palo le da la vuelta a la coca y así sucesivamente”, indicó Ivaldo Bermúdez, vendedor de juegos tradicionales.

Cada juego tiene su táctica y sus reglas para poder ganarlo, y de acuerdo con los expertos dichas destrezas, el mejor escenario es cualquier lugar donde se comparta con los amigos.

¿Cuáles son los más jugados en Bogotá?

• Tejo
• Bolirana
• Coca
• Piquis
• Golosa
• Yoyo

Los juegos tradicionales rescatan la cultura de nuestro territorio y son considerados fuente de transmisión de conocimiento y hacen parte del ser bogotano o bogotana.

Si quieres saber más sobre estos juegos, mira aquí la siguiente nota: 

 

En el marco del cumpleaños número 484 de Bogotá, te traemos algunos datos curiosos de uno de los más emblemáticos edificios de la capital: la Torre Colpatria. 

¿Cuánto se demoraron construyéndola? ¿Cuál es su atractivo y por qué es tan importante para Bogotá? 

1. Su construcción inició en 1974 y fue inaugurada en 1979.
2. Tiene 50 pisos de alto y mide 196 metros de altura, siendo el tercer edificio más alto de la capital, después de las Torres de Atrio y el edificio Bacatá.
3. Fue levantada con 17 mil metros cuadrados de concreto y cuenta con un helipuerto.
4. Su mano de obra, así como los materiales utilizados en su construcción, fueron netamente colombianos.
5. Cuenta con 40 mil fuentes de luces LED que fueron instaladas en su fachada a finales de 2012.

En la torre funcionan varias empresas y ha sido escenario de eventos deportivos en donde los competidores suben cada uno de los 980 escalones, ya sea a pie o en bicicleta.

“Con el pasar de los años se ha convertido en ese punto estratégico de referencia para todas las personas que visitan la ciudad. La Torre Colpatria le ofrece al visitante la posibilidad de subir al mirador y tener una vista de 360 grados de toda la ciudad”, afirmó Juan Andrés Ruiz, representante de la Torre Colpatria.

La Torre Colpatria es un punto de referencia cuando habitantes y turistas a las alturas y quieren ubicar el centro histórico de Bogotá.

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Si quieres saber más de este emblemático edificio y qué opinan los ciudadanos sobre la importancia de esta torre, te invitamos a ver el siguiente informe:

Esta es una pregunta frecuente en la historia de la capital del país. Expertos aseguran que no hay una respuesta concisa, debido a que no existe un acta de fundación de Bogotá que esclarezca la duda.

Sin embargo, hay diversas piezas artísticas que podrían indicar los posibles lugares donde se fundó Bogotá y dar paso a las dos versiones que se cuentan de este hecho histórico.

La primera versión está respaldada por lo sucedido en este momento:

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Esta representación retrata el asentamiento que ocurrió el 6 de agosto de 1538, cuando Gonzalo Jiménez de Quesada instauró un campamento militar al que llamaron Nuestra Señora de la Esperanza. Sitio que en la actualidad se conoce como el Chorro de Quevedo, este momento es considerado como la fundación de facto.

Lo anterior da paso a una segunda versión, que la fundación jurídica se dio siete meses y 21 días más tarde. El 27 de abril de 1539, cuando se cumplió con la totalidad de los requisitos y procedimientos exigidos por las autoridades españolas para el establecimiento y reconocimiento de una ciudad.

Esta pieza muestra “El humilladero”, un lugar devoto que solía estar a las entradas y salidas de los pueblos hispánicos. En el caso de la antigua Santafé, fue la primera iglesia de teja que hubo, lo particular de la historia de este templo es que diversos estudiosos, como Plaza y Groot, afirmaron que en ella se ofició la primera misa y fue consagrada el 6 de agosto de 1544, a escasos cinco años de la fundación de la ciudad. 

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A partir de 1539, la villa dejó de llamarse Nuestra Señora de la Esperanza y fue rebautizada como Santafé. Y casi tres siglos más tarde, en 1819, después de la Independencia, la ciudad recibió el nombre indígena de Bogotá.

Aquí informe completo:

Como patrimonio inmaterial de la nación, la iglesia de San Francisco es considerada la más antigua de Bogotá. Esta construcción data de 1575 y fue una de las primeras donde hubo órdenes religiosas del Nuevo Reino de Granada. Tanto así que los franciscanos tenían sus propios cultivos porque en aquella época carecían de dinero para comprar alimentos. 

Quienes visitan la obra franciscana comentan que la iglesia está más que bendecida, pues ha sobrevivido el vandalismo y hasta el mismo Bogotazo. 

“Es un templo realmente histórico, tiene muchísimos años de funcionamiento. Rodó en servicio de la evangelización y de acercar a los fieles a Dios por medio de la vida sacramental. Realmente es esta la importancia y las personas que la visitan pueden experimentar la presencia de Dios de acuerdo a su nivel de fe”, dijo Lucero Pulido, monja de pequeñas apóstoles de redención. 

Lo majestuoso de sus esculturas hacen que la experiencia de entrar a esta iglesia sea especial. Su eco y olor a incienso reafirman el sello ritual junto con el panteón nacional que la rodea y permea en este sitio de un frío inquebrantable. 

“Adentro hay varias reliquias, especialmente la del virrey Solis”, dijo Guillermo Barrera, feligrés. 

Según lo feligreses, antiguamente cuando el reloj público de la Torre de San Francisco daba las 12 del medio día, los bogotanos se detenían en la calle o interrumpían su charla para ajustar los relojes con la hora oficial de la iglesia. 

Conoce más detalles aquí: 

El primer medio de transporte empleado en Bogotá fue el de uso de animales como caballos, mulas, burros y carretas humanas.

“Eran palos de lado a lado y unas cabinas en las que las personas se sentaban y las llevaban a su destino. Generalmente era conducida por dos personas, una adelante y otra atrás”, contó Maribel Zamudio, mediadora de educación del Museo de Bogotá.

Posteriormente, innovaron a las carretas jaladas por animales o carruajes. Para conocer un poco más de la historia y transformación del transporte público, visitamos el Museo de Bogotá.

Una parte fundamental fue la llegada del tranvía, cuyo inicio de operaciones en la ciudad fue traumático por cuenta del reconocimiento de su creador.

“El tranvía fue diseñado por un alemán que creía que Bogotá por estar cerca al Caribe era una ciudad donde hacía mucho calor, por esa razón él diseña el tranvía sin puertas ni ventanas”, aseguró Maribel Zamudio. 

El tranvía tuvo una amplia acogida y fue modificado a través de los años.

“En los inicios era tranvía de mulas, cada esquina del tranvía tenía unas piezas en donde se podían amarrar las mulas, después de estos, con los rieles, que todavía existen en diferentes puntos de Bogotá, se empieza a manejar de manera eléctrica”, dijo Maribel Zamudio.

De forma paralela operaba otro medio de transporte fundamental en la ciudad, pero esta vez para conectarla con los municipios aledaños. 

Los ferrocarriles de la Sabana, en el marco de la prestación de servicio de transporte público, funcionaron desde 1889, hasta el año 1991. Posteriormente fue liquidado pero su reactivación se dio gracias a una empresa privada.

Por su parte, el carro que llegó a Bogotá en el año 1901 introducido por el médico Marcelino Pulido. Para entonces, este medio de transporte  alcanzaba solo los 20 kilómetros por hora y es el que más se ha mantenido.

Según datos históricos, el tren fue perdiendo su importancia debido a las limitaciones técnicas que tenía, por lo que a ciudadanía migró a otros medios de transporte. Por otro lado, el inicio de la desaparición del tranvía se dio por cuenta del Bogotazo.

“En 1948 cuando se da el Bogotazo por el asesinado de Jorge Eliecer Gaitán, dicen que algunas personas dueñas de empresas privadas de transporte, que estaban en consensos con la alcaldía de ese momento, usaron el tranvía para quemarlos, bloquearlos y así poder introducir estos medios de transporte a la ciudad”, cuenta Maribel Zamudio.

Finalmente, el último tranvía que circuló en Bogotá lo hizo en 1951.

“Después del tranvía estuvieron todos los troles, que eran eléctricos pero este medio de transporte no funcionó muy bien porque el sistema de energía de ese tiempo tenía bastantes fallas. Después del trole llegan los buses que conocimos hasta hace poco, el bus cebollero, ejecutivo y los colectivos”, aseguró Maribel Zamudio.

El trole bus estuvo en servicio durante 1947 y 1991, era operado por la Empresa Distrital de Transportes Urbanos, en teoría fue el primer medio de transporte limpio de la ciudad, según medios de comunicación de la época, por negligencia administrativa y corrupción fue cerrado.

En medio de la nostalgia, algunos ciudadanos extrañan las épocas, al parecer doradas, del transporte público.

“Yo nací en 1939, alcancé a conocer el tranvía y era bueno… era bonito porque era suavecito no como ahora. Prefiero caminar que montarme en un bus”, Ricardo Mancipe, ciudadano.

También se caracterizó por las luchas que hubo por buscar enfoque social en el mismo, el cual se logró y es considerado un avance para la época.

“En esa época hubo un gran movimiento estudiantil para solicitar el transporte gratis o más barato y por eso murieron muchos estudiantes”, dijo Gerardo Medina, ciudadano.

Los estudiantes tenían un carné que los exoneraba del pago de este servicio, solo que debía ser utilizado de lunes a viernes. Si querían ir el sábado por más que tuvieran el carné, debían pagar.

Actualmente uno de los transportes más usados en la ciudad es la bicicleta, la cual llegó al país en los años 30 proveniente de Europa.

Para apoyar la operación de los buses, fue creado TransMilenio, inaugurado el 18 de diciembre del 2000. La primera ruta empezó a operar con 14 buses entre las calles 80 y sexta por la troncal Caracas.

El último medio de transporte hecho en la ciudad es el TransMiCable, cuya apertura al público fue el 29 de diciembre de 2018. 

Las proyecciones a futuro en Bogotá es implementar el tan anhelado Metro, el cual es esperado desde el año 1942, cuando el entonces alcalde Carlos Sáenz de Santa María lo propuso. Hoy en día hay obras de construcción de la primera línea de las cinco que se plantea en el proyecto.