Autor: Canal Capital

  • Los problemas de salud mental afectan más a las mujeres que a los hombres

    Los problemas de salud mental afectan más a las mujeres que a los hombres

    De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, para 2023 el 70 % de las mujeres presentan problemas de salud mental, mientras que en los hombres es de un 30 %.

    Así las cosas, se considera que las mujeres tienen mayor riesgo de problemas mentales debido a que hacen trabajos sin remuneración como el cuidado de los hijos, las tareas domésticas y el cuidado de otros familiares. Según la Secretaría de la Mujer, existe una feminización de la pobreza, que afecta en los estados mentales; además de la probabilidad de que las mujeres son más propensas a sufrir violencia y coerción de parte de sus parejas.

     

     

    “El hecho de ser mujer predisponía más a un problema de salud mental y esto se debe a los factores que se dieron en pandemia: estar en un contexto encerrado favoreció los contextos de violencia y esto afectó las conductas de género” expresó Luisa Fernanda Becerra, coordinadora de la Unidad de Servicios de la Universidad Católica.

    La experta también mencionó que, debido a los ciclos hormonales, las mujeres eran propensas a sufrir depresiones en distintos momentos, pues hay cambios emocionales que son totalmente naturales.

    La experta también mencionó que, debido a los ciclos hormonales, las mujeres eran propensas a sufrir depresiones en distintos momentos, pues hay cambios emocionales que son totalmente naturales.

     

     

    Según datos del Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia, se estima que alrededor del 20 % de las mujeres que dan a luz en el país experimentan síntomas de depresión posparto, otro de los factores que puede ocasionar una enfermedad mental.

    ¿La depresión hace parte de las enfermedades mentales?

    Sí, y así lo evidenció el Ministerio de Salud, pues en Colombia la depresión es la segunda causa de enfermedades mentales

    Y aunque Salud Data registró que son más los hombres que se suicidan (298 en 2022, frente a 101 mujeres en Bogotá), las mujeres experimentan más pensamientos e ideas suicidas (16.337 mujeres y 8.255 hombres vivieron esta situación en 2022). 

     

  • Mintrabajo entregó cifras de enfermedades laborales diagnosticadas en 2022

    Mintrabajo entregó cifras de enfermedades laborales diagnosticadas en 2022

    Luego de que en Bogotá se realizara el Primer Congreso Internacional, y Segundo Nacional, de Medicina Laboral, el Ministerio de Trabajo entregó cifras sobre las enfermedades laborales que se diagnosticaron en el país durante 2022.

    De acuerdo con la entidad, en el país se calificaron cerca de 32.000 casos de enfermedades derivadas de actividades laborales, donde las más frecuentes son: túnel del carpio, epicondilitis, trastornos mentales como ansiedad y depresión, y hernia discal.

    “Además, la informalidad, que es del 60%, implica que los empleados están desprotegidos en seguridad social, pensiones y riesgos laborales. Con los altos niveles de precariedad del trabajo hay problemática de salud mental que afecta a los trabajadores y es por ello que queremos combatir las enfermedades y los accidentes”, señaló el viceministro de Relaciones Laborales e Inspección, Edwin Palma Egea.

    Durante el congreso, el funcionario también se pronunció respecto a la reforma laboral que se presentará en este segundo periodo legislativo, en donde se profundizará en el tema de la formalización, las prestaciones sociales y la reducción de la jornada establecida en la Ley 2101 de 2021.

    En 2022, Colombia adoptó el Manual de Procedimientos del Programa de Rehabilitación Integral para la Reincorporación Laboral y Ocupacional, donde participaron más de 12.4 millones de personas afiliadas al Sistema General de Riesgos Laborales, esto con el fin de garantizar el derecho a una actividad laboral con rehabilitación integral.

    A estas cifras se suma un reciente especial del podcast ‘Perifoneo’, de la Fundación para la Libertad de Prensa – FLIP, en donde hablaron del deterioro en la salud mental de las y los periodistas en Colombia y en el mundo. 

    En una conversación entre la FLIP con Mar Cabra, co-fundadora de The Self Investigation, se habló de una encuesta realizada por la Universidad Técnica Particular de Loja (Ecuador) entre 2020 y enero de 2023, la cual reveló que al menos el 60 % de los periodistas reporta síntomas de ansiedad, 1 de cada 5 síntomas de depresión, y la mayoría presenta altos niveles de ‘Burn-out’ y síndrome de estrés postraumático.

    Al final del podcast, Cabra invitó a normalizar la conversación sobre tener problemas de salud mental y a valorar los comportamientos saludables en las salas de redacción, en donde los y las periodistas puedan tener tiempo de esparcimiento lejos del trabajo. 

     

    Por: Laura Chambueta León

  • Ciclovía, la Séptima, Rock Al Parque y otros espacios identitarios de Bogotá

    Ciclovía, la Séptima, Rock Al Parque y otros espacios identitarios de Bogotá

    Bogotá es una ciudad de todos y a la vez de nadie, una ciudad que se enriquece de la cultura de cientos de personas provenientes de todas partes del país y del mundo, pero que, en sus entrañas, aún guarda ciertas características identitarias que hacen a los rolos, muy rolos: el acento preguntado, el gusto por el frío, el atareado ritmo de vida, la referencia geográfica gracias a los cerros orientales, y el arraigo por sus eventos que paralizan y reúnen a gran parte de la capital.

    ¿Por qué para Bogotá es importante Rock Al Parque? ¿Qué es lo que hace tan única la Carrera Séptima y cuál es su historia? ¿Cuál es el papel de los Cerros Orientales dentro de la educación geográfica de las y los bogotanos? Estas fueron algunas preguntas que indagamos en AHORA junto al historiador Alfredo Barón, y la antropóloga y periodista, Simona Sánchez.

     

     
     
     
     
     
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    “Rock al Parque es la explosión carnavalesca que los bogotanos no tienen el resto de la semana, y la ciclovía es ese movimiento que nos permite mayor libertad que el tráfico regular de la ciudad. Son símbolos que nos faltan”, expresó Nicolás Fernet, historiador, escritor y ganador del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar.

    Sin embargo, para hablar de una “identidad bogotana” también se debe hablar de otros símbolos, como la ciclovía, Monserrate, el divino niño del 20 de julio, entre otros, lo que hace aún más difícil consolidar a uno sólo como el que represente toda una bogotaneidad.

    A continuación algunos datos de tres que escogimos en AHORA: Rock Al Parque, la Carrera Séptima, los Cerros Orientales y la Ciclovía:

     

     
     
     
     
     
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    “Yo creo que uno de los relatos identitarios bogotanos es lo diversa culturalmente que es bogotá y la oferta cultural tan rica que hay (…) Ya una Alcaldía no puede pensar en quitar Rock Al Parque, o en dejar de construir ciclorutas o en quitar la ciclovía de los domingos, son políticas públicas que van a permanecer”, comentó María Clara Quiróz, directora del Archivo Histórico de la Universidad del Rosario.

    También salimos a las calles a preguntarle a bogotanos y bogotanas qué es lo que más les gusta de la ciudad y qué recuerdos tienen en los lugares emblemáticos de la capital:

     

     
     
     
     
     
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    Santiago Rivas cerró este programa con una editorial: “Recordar que Bogotá es una ciudad necesariamente abierta y mientras más abierta es, más rica se vuelve. Es una ciudad que nos pertenece a todos y todas, no solo a los que nacieron acá sino a la gente de todo el país. Bogotá pareciera que se vuelve nada, pero esa desconfianza tiene que ceder en favor de una identidad mucho más compleja que nos permita disfrutar cada vez más de lo que somos”.

    Por: Laura Chambueta León

  • 18 localidades de Bogotá cuentan con viviendas dedicadas al servicio de paga-diarios: SDIS

    18 localidades de Bogotá cuentan con viviendas dedicadas al servicio de paga-diarios: SDIS

    En la capital va en aumento el número de personas que viven en paga-diarios. según la Secretaría de Integración Social, en la ciudad se registran más de 14.219 personas que viven en 6.526 hogares, los cuales están ubicados en 18 localidades, principalmente en Mártires, Suba y Santa Fe. Está última agrupa más de la mitad de los usuarios en la ciudad. 

    Entre los datos sobre estas edificaciones que cobran el servicio de hospedaje por día, se encontró que del total de usuarios que viven allí, la mayoría son hombres, quienes optan por hogares unipersonales. Según el testimonio de Carlos Julio Morales, migrante venezolano que llegó hace varios meses a Bogotá, recaudar el dinero para poder cancelar una noche en un paga-diario es difícil.

    Te puede interesar: Los impactos del conflicto armado colombiano en las mujeres negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras y sus resistencias

     

     
     
     
     
     
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    “Sería bueno que haya albergues mientras uno soluciona, para poder reunir dinero y pagar un alquiler normal. El círculo vicioso del paga diario, es que cuando no pagas o pagas incompleto eso se acumula y llega un momento en que tienes para pagar lo del día pero no para pagar las cuentas viejas. Esas deudas van creciendo, todo se vuelve un desastre”, aseguró Carlos Julio Morales, migrante venezolano.

    Según cifras de la SDIS, cerca de la mitad de todos los usuarios de los paga-diarios son colombianos y el 45% extranjeros, de los cuales el 77% tienen situación migratoria irregular. Entre tanto, Migración Colombia ha realizado intervenciones para disminuir el número de personas que se encuentran de forma irregular.

    “Hemos realizado intervenciones en 12 ocasiones, en Barrios Unidos, en Kennedy, en Santa Fe y otras localidades, para ver en qué condición se encuentran los migrantes, restablecer sus derechos e invitarlos a que se acerquen a las oficinas de Migración Colombia para que se regularicen”, aseguró Francisco Cante, Director regional andina de Migración Colombia.

    También se ha registrado que los usuarios de este servicio son personas adultas entre 18 y 59 años, quienes duermen en viviendas ubicadas sobre todo en las localidades de Santa Fe y Mártires. A nivel de hogares, las condiciones son poco alentadoras pues el 63,3% de ellos no cuentan con integrantes con ingresos fijos, el 73,6% no reciben ayudas o subsidios del Distrito o del Gobierno nacional y el 66,3% tienen integrantes desempleados o buscando trabajo, entre otros datos emitidos por la SDIS. 

    Expertos consultados por AHORA plantearon que debe prestarse atención a esta problemática de vivienda y brindar apoyo y ayuda, implementando planes de acción que sean visibles y ejecutables. También llamaron la atención sobre la importancia de que los futuros dirigentes presten atención a este tema. 

  • Los impactos del conflicto armado colombiano en las mujeres negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras y sus resistencias

    Los impactos del conflicto armado colombiano en las mujeres negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras y sus resistencias

    A propósito del Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente, que se conmemora este 25 de julio, en #AHORA analizamos algunos datos sobre las mujeres afro-colombianas y hacemos un recorrido por las violencias de las que han sido víctimas y sobrevivientes.

    En 1992 se llevó a cabo el Primer Encuentro de Mujeres Afrolatinas, Afrocaribeñas y de la Diáspora en Santo Domingo, República Dominicana. Este evento sucedió con el propósito de honrar y reconocer los esfuerzos de mujeres con ascendencia africana en su lucha contra la discriminación racial, el sexismo, la pobreza y la exclusión social. Desde entonces, cada 25 de julio se recuerda la lucha y dignidad de las mujeres afro y se visibilizan las prácticas discriminatorias de las que aún hoy son víctimas.

    La población negra en Colombia y las mujeres

    En Colombia, de acuerdo al censo del 2018, la población afrocolombiana representaba aproximadamente el 10,6% de la población total del país. En ese momento, se estimó que había alrededor de 4.6 millones de personas afrodescendientes en Colombia, de las cuales el 50,4% eran mujeres y el 49,6% hombres. Sin embargo, ese censo arrojó que la población afro-colombiana había disminuido en un 30% en comparación con el censo de 2005, lo cual se debe a un posible subregistro por parte del DANE. Los departamentos con mayor volumen de población afro resultaron ser Valle del Cauca, Chocó, Bolívar, Antioquia, Cauca y Nariño.

    Como muestra de la desigualdad estructural presente en la sociedad colombiana encontramos que, según el censo del 2018 del DANE, cerca del 66,1% de hogares con jefatura afro pertenecen al estrato 1 y que el 31,3% de la población afro solo logró estudiar la primaria. Además, en los 16 municipios de mayor volumen de población afro, únicamente el 32% de sus habitantes tienen acceso a la educación.

    Las brechas raciales se suman al machismo y a las brechas de género, lo que hace que las mujeres negras sean más vulnerables a la desigualdad. Según el Mercado Laboral de los Grupos Étnico-Raciales del DANE, de abril de 2023, la participación laboral varía según el sexo: las mujeres participan menos en el mercado laboral y la brecha frente a los hombres alcanza los 27 puntos, ya que para 2021 la participación laboral de los hombres afro era de 77,7% frente a un 50,6% de las mujeres afro.

    Según el Primer informe del Observatorio de Discriminación Racial, en el que participó el PCN , “la probabilidad de que un afrocolombiano pase hambre es más del doble que la de un mestizo, que también es preocupante”.

    El Proceso de Comunidades Negras de Colombia (PCN) reúne a más de 140 organizaciones de base, consejos comunitarios y personas comprometidas con la mejora de la situación de las comunidades negras, afrodescendientes, raizales y palenqueras en Colombia. Su objetivo es promover la defensa y reivindicación de los derechos individuales, colectivos y ancestrales de estas comunidades, buscando así generar cambios significativos en su realidad.

    Para frenar las barreras históricas que las comunidades afro han enfrentado, la Ley 70 de 1993, también conocida como «Ley de Comunidades Negras», es una legislación vigente que busca reconocer, proteger y promover los derechos de las comunidades afrocolombianas, especialmente aquellas que habitan en las regiones del litoral Pacífico, el Chocó, y otras zonas del país con una gran presencia de población afrodescendiente. Su objetivo es reconocer los territorios, derechos culturales, participación política, derecho a la consulta previa y la protección contra el racismo y la discriminación racial.

    Por su lado, el Decreto Ley 4635 de 2011 reglamentó la asistencia, atención, reparación integral y de restitución de tierras a las víctimas pertenecientes a comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras, en el marco de Ley de Víctimas (Ley 1448 de 2011).

    Victimización de las mujeres afro en la guerra

    Además de la vulnerabilidad económica y social que enfrentan las comunidades afrocolombianas, el conflicto armado las afectó de manera particular. Según el Informe Final de la Comisión de la Verdad en su volumen “Resistir no es aguantar: violencias y daños contra los pueblos étnicos de Colombia”, la violencia hacia los pueblos étnicos tiene sus raíces en el trato colonial y el racismo estructural, los cuales siguen vigentes en la actualidad y han exacerbado la crueldad y provocado consecuencias desproporcionadas. Además, “las exclusiones deshumanizaron a los pueblos étnicos, normalizaron las prácticas atroces del conflicto armado y agravaron sus impactos”, según la Comisión.

    Según el Primer informe del Observatorio de Discriminación Racial, “la realidad de la exclusión en un país en guerra incluye violencia y desplazamiento masivo contra las comunidades negras. (…) Entre los afrocolombianos, la probabilidad de ser desplazado es 84% más alta que para la población mayoritaria mestiza”.

    De acuerdo con la Comisión de la Verdad, fueron numerosos los hechos de violencia documentados contra mujeres negras desde 1982 hasta 2018. Además del desplazamiento, incluyen la violencia sexual, como acceso carnal violento, esclavitud sexual, prostitución forzada, anticoncepción y aborto forzado, acoso sexual y persecución sistemática.

    Durante el periodo comprendido entre 2002 y 2014, se observó un aumento en la afectación de las mujeres negras, con el 63,3% de los casos registrados. Aunque se esperaba una disminución de la violencia gracias al Acuerdo de Paz, la reducción en los últimos años ha sido mínima.

    Según el Registro Único de Víctimas (RUV), en Colombia hay 1.239.542 víctimas negras, afrocolombianas, raizales o palenqueras, de las cuales el 53% son mujeres. De ellas, 17.176 residen en Bogotá, en su mayoría tras haber sufrido desplazamiento forzado por el conflicto armado.

    La siguiente visualización interactiva permite explorar las formas de victimización que sufrieron estas mujeres, tanto quienes vivieron el conflicto en la capital, como quienes fueron desplazadas y hoy residen en Bogotá.

     

    Las afectaciones a las mujeres negras han sido aún más graves en comparación con la situación general de las mujeres en el país. “Ser mujer y negra ha auspiciado desde hace 530 años la existencia de un continuum de violencias racistas y patriarcales que aún perduran, circulan y son practicadas diariamente”, afirmó la Comisión en sus hallazgos en 2022.

    La Corte Constitucional también ha destacado la grave situación que enfrentan las mujeres afrodescendientes e indígenas y en su auto 092 de 2008 expresó que la causas eran las “condiciones históricas y estructurales de discriminación, exclusión, marginación y vulneración”.

    La violencia sexual ha sido una de las heridas más profundas que dejó la guerra. El Observatorio de Memoria y Conflicto registró 14.380 mujeres víctimas de violencia sexual en el marco del conflicto armado en Colombia entre 1958 y 2022. En relación a la racialidad, el CNMH identificó que hubo 1.181 mujeres afro víctimas de violencia sexual. Tanto guerrillas como grupos paramilitares cometieron este delito.

    En un informe de la Red mariposas de alas nuevas y la Fundación Akina Zaji Sauda entregado a la CEV en 2020, afirmaron que en la sociedad colombiana persisten formas de violencia y exotización de las mujeres negras, que forman parte de patrones racistas heredados de la época colonial y que aún no han sido superados. Históricamente, el cuerpo de las mujeres negras fue despojado y tratado como propiedad, considerado como un lugar donde se disputaba la continuidad del proyecto esclavista. Hoy en día, como se menciona en el informe, sus cuerpos siguen siendo vistos como «espacios de disputa» y «objetos que pertenecen», especialmente cuando hay actores armados.

    Según el Centro de Memoria Histórica, las mujeres afro han identificado tres situaciones particulares donde han sido víctimas de violencia sexual: en espacios de militarización; en condición de desplazamiento, particularmente en las ciudades de Cali, Bogotá y Medellín; y, finalmente, las adolescentes y mujeres jóvenes que son víctimas de redes de trata de personas con fines de explotación sexual.

    “La mujer africana no fue traída para suplir una falta para el trabajo, sino como compañera sexual del español, para ser explotada sexualmente por el europeo. Esa fue parte de la función que se le dio a la mujer” (CNMH, entrevista a mujer afro de Buenaventura, 2015)

    Sobre las motivaciones de los actores armados para el uso de la violencia sexual, el Tribunal Superior de Medellín afirmó que “por lo menos en 15 de los 31 casos examinados, el 48,38%, las víctimas habían sido observadas y fueron seleccionadas por sus características sexuales y físicas, a juzgar por las expresiones previas o concomitantes al hecho y porque en múltiples casos el jefe o comandante de la zona o la región envió expresamente por ellas”.

    La Comisión de la Verdad también identificó que la desigualdad en los impactos y daños está estrechamente vinculada a las jerarquías y clasificaciones raciales arraigadas en la sociedad colombiana desde la época colonial. Estas estructuras han perpetuado el racismo y han normalizado los abusos contra personas de raza negra. El racismo ha sido un factor determinante en el comportamiento de los diferentes actores armados durante el conflicto, ya que han utilizado estereotipos e imágenes negativas sobre lo que significa ser mujer negra para justificar sus acciones.

    Resistencias de las mujeres afro-colombianas

    Como afirmó la Comisión, los pueblos étnicos han resistido históricamente, desde la época colonial hasta el conflicto armado. En momentos de recrudecimiento del conflicto han llevado a cabo acciones para protegerse, buscar soluciones negociadas y demandar protección humanitaria.

    Estos pueblos, muchas veces en cabeza de sus mujeres, han propuesto acciones de resistencia para proteger sus vidas y rechazar la violencia armada. Han buscado diálogos y pactos humanitarios con todos los actores armados, incluyendo guerrillas y paramilitares, con el fin de preservar sus comunidades y territorios. También han ofrecido fórmulas para la negociación política y la paz con el Estado colombiano, incluso ofreciendo sus territorios como escenarios para las negociaciones. Para protegerse y gobernarse a sí mismos, han creado mecanismos como la Guardia Indígena y la Guardia Cimarrona. Aunque en algunos lugares al interior de las Guardias las mujeres aún son minoría en relación con los hombres, se destaca por ejemplo el caso de los liderazgos de las mujeres indígenas Nasa en el suroccidente del país.

    Algunas mujeres han cuestionado las lógicas de la guerra en relación con los proyectos económicos que los actores armados estaban defendiendo, como se refleja en una de las entrevistas del volumen “Sufrir la guerra y rehacer la vida” de la CEV: “Mujeres en zonas o territorios afro enfrentaron acuerdos de explotación minera, defendieron fuentes de agua porque eran las fuentes de agua de la comunidad. Entendían que las lógicas de los actores armados estaban conectadas con esos proyectos económicos; que a veces actores de la comunidad también avalaban y ponían en riesgo a la comunidad misma”.

    A pesar de haber enfrentado violencia y exclusión durante mucho tiempo, muchas mujeres pertenecientes a los pueblos étnicos colombianos poseen saberes culturales y una profunda conexión con el territorio, fundamentales para reconstruir el país sobre bases nuevas. La Comisión de la Verdad también concluyó que los pueblos étnicos buscan un proyecto de inclusión y reconocimiento, donde se celebre la diversidad y se respete la sacralidad de la naturaleza.

    “Resistir para nosotros no es aguantar, es transformar realidades, es aportar a la

    verdadera construcción de paz, de vida en comunidad. Resistir es defender la vida y la

    dignidad de los pueblos, resistir es aportar a la construcción de un país donde todos

    quepamos, donde se respeten y potencien las diferencias”

    (PCN, 2008)

  • Le contamos si su teléfono robado fue recuperado por la policía de Bogotá

    Le contamos si su teléfono robado fue recuperado por la policía de Bogotá

    En lo que va corrido del año las autoridades han capturado a 2.212 personas por el robo de celulares y han recuperado 2.221 dispositivos móviles que los delincuentes han obtenido por alguna modalidad cómo raponazo, cosquilleo o atraco.

    “Si comparamos este número que entrega la Secretaría de Seguridad con las cifras que tienen los operadores móviles, no cuadran. Más del 60% de los reportes quedan en los operadores móviles y no se denuncian”, aseguró Orlando Carillo, especialista en seguridad ciudadana.

    El último operativo que realizaron las autoridades fue en el centro de la ciudad, donde agentes encubiertos recuperaron celulares que habían sido robados y que estaban listos para la venta. Además, capturaron a un hombre que minutos antes había robado a una mujer en el occidente de la ciudad y lograron devolverle el teléfono.

     ¿Cómo recuperar su teléfono?

    Si usted ha sido víctima del robo de su dispositivo móvil, puede ingresar a la página www.policia.gov.co/celulares-recuperados y verificar si su teléfono ha sido recuperado. Allí puede iniciar el proceso para que sea devuelto. Le solicitarán el número de IMEI y la factura de la compra.  

    Por: Andrés Zapata

  • Así cambiará Fenicia, uno de los barrios históricos de Bogotá

    Así cambiará Fenicia, uno de los barrios históricos de Bogotá

    El Triángulo de Fenicia es un proyecto de vivienda cerca a la Universidad de los Andes, en el centro de Bogotá. Posteriormente se reubicará a la comunidad que desee quedarse en la zona. 

    El inicio de la primera etapa de este plan parcial se aprobó en 2016 y actualmente (a julio de 2023) está en negociación de predios, conversaciones con las comunidades y mediciones topográficas de la primera etapa.

    Pero devolvámonos un poco y repasemos lo que ocurre: sabemos que Bogotá está en crecimiento y, por ende, en constantes cambios. El centro de la ciudad es por excelencia un punto de historia y academia, decenas de universidades hacen presencia en el sector dejándolo como una cuna del saber y pensar, situación que ha desembocado en la gentrificación de la zona, vinculada a los proyectos alrededor de las universidades.

    Pero antes de cocinar hay que escoger los ingredientes… Es decir, vamos por pasos, primero que todo hay que entender: ¿Qué es esa vaina de la gentrificación?

    Es un proceso de renovación urbana en el cual los habitantes de una zona son desplazados directa o indirectamente en razón de la llegada de un nuevo grupo, con características económicas, políticas, culturales y sociales diferentes. 

    Tiene variables que incluyen el crecimiento demográfico, la división socioespacial, el deterioro de zonas u obsolescencia funcional, las catástrofes ambientales, la adopción de la actividad comercial como motor económico, el incremento del precio del suelo, y la alta inversión en infraestructura y urbanismo, mejor dicho todo el paquete. 

    En Bogotá la gentrificación tiene sus raíces alrededor de los años 50 como consecuencia de dos factores, primero por la gran depresión económica, efecto de la Segunda Guerra Mundial la cual fue un incentivo para la implantación del modelo industrialización por sustitución de importaciones (ISI); y, segundo, por los daños materiales a causa de El Bogotazo.

    Ahora sí, repasemos lo que ocurre con la vivienda universitaria: en Colombia hay cerca de 2,4 millones de universitarios, según cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde). En promedio, un universitario paga $1.290.000 por el alquiler de una vivienda en Bogotá. Los precios de estas viviendas pueden variar, dependiendo del tamaño y los servicios. 

    El Plan Parcial de Renovación Urbana “Triángulo de Fenicia”, de iniciativa de la Universidad de los Andes, se localiza entre los ejes de la Avenida Los Cerros (Circunvalar), Avenida Jiménez (Eje Ambiental) y la Carrera 3ra. El área comprende cerca de 8,8 hectáreas, en donde residen aproximadamente unos 460 hogares y 1628 personas. 

    En la actualidad, la distribución de actividades se da de la siguiente manera: 20 % para parqueaderos, 12 % comercio, 14 % institucional e industrial, 8 % vivienda en propiedad horizontal, 40 % vivienda, y 6 % vivienda en espacio público. 

    Con el proyecto de renovación urbana, se proponen cambios en los usos y en la distribución del espacio público, que pasaría de 3.8 ha a 6.8 ha. El 36 % sería para comercio, oficinas y vivienda; el 7 % para hoteles; el 19 % institucional y comercio; y el 38 % para vivienda en propiedad horizontal y comercio.

    Como valores agregados de la propuesta urbanística, de gestión social y del proyecto en general, se garantiza la permanencia de los moradores y propietarios; viviendas de reemplazo con acabados y sin deuda, y el acompañamiento del Distrito en la ejecución de programas sociales, entre otros.

    Por: Cristian León

  • 25 de cada 100 hogares pasan hambre en Bogotá

    25 de cada 100 hogares pasan hambre en Bogotá

    El hambre puede tomar muchas formas. Puede ser aquella de corto plazo que en ocasiones sentimos cuando estamos de afán o no tenemos tiempo para comer. También puede ser crónica: ese tipo de hambre que mata y que preocupa alarmantemente a la sociedad.

    El desayuno, el almuerzo y la cena son las comidas principales del día, sin embargo, un informe de Bogotá Cómo Vamos registró que para el año 2022 el 25 % de las y los capitalinos consumieron menos de 3 comidas diarias. Una cifra que aumentó 11 puntos porcentuales respecto al año 2019, que registró un índice del 14 %. Preocupa, además, que dicho incremento se observó principalmente en mujeres y en personas mayores de 55 años.

     

     
     
     
     
     
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    Este año, por primera vez, se aplicó la Escala de Experiencia de Inseguridad Alimentaria en el marco de la Encuesta Nacional de Calidad de Vida (ECV) que realiza periódicamente el Dane.

    Los resultados del estudio, que se hizo en compañía de la FAO Colombia, revelaron que en el país 28 de cada 100 hogares no tienen acceso estable a la alimentación, siendo los hogares monoparentales y los que tienen mujeres cabeza de familia los que más soportan la inseguridad alimentaria.

    En Bogotá, el informe ratificó que 25 de cada 100 hogares presentaron dificultades para acceder a alimentos de calidad y en cantidades suficientes, ubicándose en la posición 22 del listado a nivel nacional. Los departamentos con la mayor prevalencia de inseguridad alimentaria moderada o grave fueron la Guajira con un 59,7 %, Sucre con 47,9 % y el Atlántico con 46,1 %. Mientras que Caldas, San Andrés y Quindío fueron los de menor prevalencia con menos del 20 %.

    “Para nadie es un misterio que, previo a la pandemia, las condiciones alimentarias de la población colombiana venían deteriorándose, habían visos de factores internacionales que estaban impactando el precio de los alimentos, por temas de conflicto y demás. La pandemia vino a agudizar esta situación”, mencionó Santiago Mazo, Coordinador de proyectos de seguridad alimentaria en FAO Colombia.

    A nivel global, y después de la pandemia provocada por el Covid-19, el hambre se ha exacerbado. Esta es una situación que permite revisar también las condiciones económicas de las familias durante y luego de este fenómeno. Según cifras del Dane para el 2021, el 46,6 % de hogares bogotanos disminuyó el gasto en alimentos durante el confinamiento.

    “Recuerdo que en esos tiempos, la gente sacaba trapitos rojos para señalar dónde estaba la mayor necesidad alimentaria. A través de los diferentes servidores públicos que están en la Secretaría de Integración Social se llevaron a las casas paquetes de mercado para que ellos pudieran suplir esa necesidad”, añadió Denis Clavijo, subdirector local SDIS Chapinero.

    Las localidades con mayor cantidad de hogares en donde algún miembro dejó de consumir las tres comidas en el año 2021 fueron Usme con un 16,9 %, Tunjuelito con 14,9 % y Bosa con un 12,4 %. Mientras que Usaquén con un 2,4 %, Teusaquillo 2,0 % y Chapinero 1,2 % presentaron los menores índices, según la Encuesta Multipropósito de la Secretaría de Planeación.

    “Dentro de los otros factores que podrían estar determinando la inseguridad alimentaria en Bogotá están, por ejemplo, la pobreza monetaria, esa imposibilidad de acceder a una canasta alimentaria suficiente y adecuada. El otro elemento tiene que ver con la incapacidad que tienen las mujeres cabeza de hogar para llevar suficiente cantidad de recursos a su familia, pues se ha demostrado que se presentan mayores índices en la jefatura femenina”, explicó Sara del Castillo, directora del observatorio de seguridad alimentaria Universidad Nacional.

    En la lucha contra el hambre, en la capital se despliegan distintas acciones. En el Distrito existen 115 comedores comunitarios en 19 de las 20 localidades de Bogotá (excepto Sumapaz), para la atención de aproximadamente 33.700 personas en inseguridad alimentaria moderada y severa. La inversión de la Secretaría de Integración social son más de 65 mil millones de pesos.

     

     
     
     
     
     
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    Además existen otras iniciativas, como el Banco de Alimentos de Bogotá que entregó 18 millones de kg de comida en distintos departamentos para el año 2022, registrando su índice más alto de entregas en el 2020 con más de 29 millones de kg.

    En este panorama resulta crucial volver a fijar la mirada en el campo y en la producción agrícola, una fuente de gran provisión en todo el territorio nacional.

    “Se estima que en Colombia hay alrededor de 4 millones productores de alimentos, 4 millones de personas que alimentan a más de 50 millones, entonces volver a poner los ojos en el campo es el camino correcto. Formalizar el acceso a la tierra, el manejo de los recursos naturales para la producción de alimentos, eso va por un buen camino. El hecho de que tengamos guías alimentarias para promover la alimentación saludable es una herramienta muy buena para educar a la población y que puedan seleccionar alimentos que les convengan”, mencionó Santiago Mazo, coordinador de proyectos de seguridad alimentaria en FAO Colombia.

    Por: Daniela Espitia

  • ¿Cómo van las capturas por acoso en el transporte público en Bogotá?

    ¿Cómo van las capturas por acoso en el transporte público en Bogotá?

    De acuerdo con el Distrito, este año se han fortalecido medidas para detener a quienes incurran en este delito. A la fecha, van 86 personas capturadas por acoso en transporte público.

    El acoso callejero ha sido una de las premisas de defensa de la administración actual. Según la Secretaría de Seguridad, en 2023 aumentaron los delitos sexuales contra las mujeres en TransMilenio. Con corte a febrero de 2023 se habían registrado dos casos.

    Aunque aún muchas mujeres no denuncian el acoso callejero, durante marzo de 2022 se capturaron 25 personas señaladas de ejercer acoso sexual en el sistema. En el mismo periodo de 2023 se habían capturado 57. Hoy van 86 capturados.

    En TransMilenio, 8 de cada 10 mujeres han padecido alguna situación de acoso, de acuerdo con la Veeduría Distrital.

    ¿Qué acciones se están haciendo para contrarrestar el acoso en transporte público?

    Según TransMilenio, existe un protocolo de atención a emergencias en el sistema masivo, con el que el Distrito espera ser apoyado por la ciudadanía en casos de acoso sexual: se trata de un silbato con el que la víctima, o quien sea testigo de una situación de violencia contra una mujer, podrá alertar instantáneamente para avisar a las autoridades.

    Por: Melissa Guevara

  • Las cifras de las mujeres en las localidades de Bogotá: violencia, salud, cuidado y participación política

    Las cifras de las mujeres en las localidades de Bogotá: violencia, salud, cuidado y participación política

    En AHORA hicimos una extensa investigación con más de diez fuentes para conocer el panorama de salud mental y reproductiva, violencia sexual e intrafamiliar, asesinatos, herramientas de cuidado, seguridad en las calles y participación en política de las mujeres en cada localidad de Bogotá.

    Cuando hay elecciones en Colombia, como este año, las listas de candidatos y candidatas que presentan los partidos políticos deben estar conformadas en un 30 % por mujeres. Sin embargo, esto no siempre se ve reflejado en una mayor equidad en los resultados electorales. En Bogotá, por ejemplo, de 184 ediles actuales, solo 51 -menos de la tercera parte- son mujeres, y hay dos localidades en las que la Junta Administradora Local está conformada solo por hombres.

    En contraste, en el 43 % de los hogares capitalinos una mujer es cabeza de familia.

    Precisamente, sobre estos desequilibrios y la necesidad de transitar hacia ciudades desarrolladas desde un enfoque de género, en Bogotá se lleva a cabo el Women Deliver 2023, Conferencia Américas, un evento del que Capital, Sistema de Comunicación Pública, es el medio oficial.

    En el marco de esta actividad, vale la pena indagar cómo está Bogotá en condiciones de vida y seguridad para las mujeres, teniendo en cuenta que hay aspectos que requieren una mirada diferencial, como la salud reproductiva y la oferta de seguridad en los espacios públicos.

    En los últimos años han venido creciendo los reportes de enfermedades severas durante el embarazo, que en 2021 llegaron a 4.790 casos registrados por parte de las entidades prestadoras de salud. Sin embargo, la letalidad en estas situaciones es de 0,4, es decir, de cada 100 madres con enfermedades extremas durante su gestación, se presenta menos de una muerte, de acuerdo con datos del Observatorio de Salud de Bogotá.

    La salud mental también afecta de manera diferencial a hombres y mujeres. Aunque son más los hombres que se suicidan (298 en 2022, frente a 101 mujeres en Bogotá), las mujeres experimentan más pensamientos e ideas suicidas (16.337 mujeres y 8.255 hombres vivieron esta situación en 2022), según han notificado los centros de salud.

    En cuanto a la seguridad, un 29,2 % de las mujeres siente que es peligroso estar en el espacio público de la ciudad en cualquier momento. El 69,6 % considera que solo a determinadas horas del día, lo cual significa que menos del 1 % percibe la calle como un espacio seguro, como se desprende de los datos del proyecto “Me muevo segura” de la Secretaría Distrital de la Mujer.

    De hecho, en 2022, de cada 100.000 mujeres que vivían en Bogotá, 142 fueron víctimas de delitos sexuales y 724 de violencia intrafamiliar.

    La siguiente visualización interactiva presenta el análisis que hicimos en Ahora de toda esta información desagregada por localidades. Explórela, indague cómo viven las mujeres en su zona y averigüe datos interesantes como en cuáles localidades se proyecta que a 2035 habrá más población masculina que femenina, cuál es la única localidad en la que el número de edilesas supera al de ediles, las zonas más peligrosas para las mujeres en la ciudad y las dos localidades en las que más de la mitad de los hogares tienen a una mujer como cabeza de familia.