Este sábado 26 de septiembre se cumplirán cuatro años desde que se firmó en Cartagena el Acuerdo de Paz con las FARC, la implementación del acuerdo tiene aspectos diferenciales uno del otro, hablamos de lo bueno lo malo lo feo y lo que hay pendiente por hacer para continuar con su implementación.
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El 26 de septiembre de 2016, en un acto histórico, el estado colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), firmaron el Acuerdo de Paz que le ponía fin a más de cinco décadas de guerra.
Juan Manuel Santos, entonces presidente de Colombia, y Rodrigo Londoño, máximo comandante de la guerrilla suscribieron el pacto en Cartagena. Cuatro años después de la firma , los miembros del partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común señalan que es evidente que los niveles de violencia disminuyeron en el país, sin embargo denuncian las faltas de garantías para la reincorporación y el asesinato de 229 229 firmantes de paz.
Hasta la fecha no hay un solo proyecto de reforma constitucional o de ley presentado al congreso, tampoco se entregaron las 16 curules para las víctimas, los proyectos de desarrollo rural y la reforma política acordados no se presentan aún en el legislativo. Para los hoy congresistas de las FARC, las comunidades en los territorios que añoraban la construcción de la paz, sufren un nuevo ciclo de violencia, y responsabilizan al por la apatía al proceso de implementación del acuerdo reflejado en el incumplimiento de lo acordado.
Aquí el balance:
Durante los primeros meses de implementación, el Acuerdo de la Habana, mostró un proceso más rápido que otros acuerdos de su estilo en el mundo, según el Instituto Kroc de la Universidad de Notre Dame.
Lo bueno
«Creo que lo bueno de estos 4 años de balance es reafirmarnos de lo importante para la sociedad de un Acuerdo de Paz con las FARC es saber que ya no echan bala sino lengua en el Congreso», expresó Luis Eduardo Celis, analista de los temas de conflicto y construcción de paz.
Entre lo bueno, destacan la reincorporación de más de 10.000 hombres que inició en agosto de 2017. Algunos ex combatientes crearon sus propios proyectos productivo e inició la actividad política de quienes conformaban la cúpula.
Juan Fernando Cristo, ex ministro del interior, destacó «la creación del estatuto de oposición que ha ayudado a profundizar la democracia, la creación de la JEP, el blindaje a los acuerdos hasta el año 2030 mediante acto legislativo, la Ley estatutaria de la JEP , la transformación, las garantías políticas para la gente de las FARC».
Recuerdan que hubo disminución de hechos violentos, como homicidios y secuestros y que el impacto positivo de la dejación de armas fue evidente en el país. Ese impacto también se percibe en el territorio más grande y que fue, durante decadas el corredor por excelencia para que las FARC transitarán entre Bogotá y varios departamentos del país.
«Para Sumapaz es muy importante el mensaje de que va a haber un Plan de Desarrollo con enfoque territorial, la alcaldesa da una muy buena iniciativa PDET para la región del Sumapaz, es una zona estratégica por todo su valor ambiental, por su población y por lo que significa esa región para nosotros no solo para Bogotá sino para la región», agregó Celis.
Concluyen que no tiene precio las cientos de vidas de población civil, policias, soldados y excombatientes que se han salvado durante estos cuatro años como resultados de la firma del Acuerdo de Paz.
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Lo malo
La ausencia de acciones oportunas y eficaces por parte del estado para llegar a las regiones que antes ocupaba la guerrilla de las FARC es uno de los aspectos malos que observan las fuentes consultadas.
«Lo malo: la falta de compromiso del presidente Duque con el Acuerdo, la falta de inversión presupuestal para cumplir con los PDET, la no implementación normativa de los acuerdos en los últimos 2 años, no se ha presentado ningún acto leislativo, ningún proyecto de ley estatutario para cumplir el acuerdo», reslata Juan Fernando Cristo, ex ministo del interior.
Para Luis Eduardo Celis, analista de los temas de conflicto y construcción de paz, lo malo es que «con estos 4 años es que desafortunadamente tenemos un gobierno que no tiene un compromiso firme con ese Acuerdo, yo creo que se dice muy bien cuando se dice que el gobierno duque simula muy bien cumplir con la paz. Realmente han sido consecuentes con su propósito de hacer trizas el Acuerdo de Paz».
Actitudes de personas que hacían parte de la cúpula de la antigua guerrilla y contribuyeron en que varios disidentes tomarán la decisión de apartarse del proceso dejaron un mal sabor en el ambiente.
«Algunos miembros de FARC como Iván Marquez y Jesús Santrich han traicionado los acuerdos, eso ha sido malo. Las objeciones a ley estatutaria que interpuso el Gobierno Duque, demoró el avance en la aplicación de mecanismos de justicia transicional», agregó Cristo.
Insisten en lo malo que es para el país, la falta de compromiso con el Acuerdo.
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Lo feo
Las fuentes consultadas afirman que ha sido particularmente feo, que Julian Gallo, senador del partido FARC, bajo presión de la opinión pública, haya admitido el reclutamiento de menores hace tan solo unos días ante la JEP.
«Lo feo es el asesinato de líderes sociales en los territorios, es inaceptable inaudito que sigan creciendo los asesinatos y las masacres después de suscrito un Acuerdo de Paz», indica Juan Fernando Cristo.
Por su parte, Luis Eduardo Celis, recalcal que las «masacres han aumentado este año, la victimización contra excombatientes se mantiene, el sufirmiento de las comunidades ligadas al tema coca es enorme, lo feo es que la vida sigue siendo atropellada en Colombia».
El exministro Crito señala que se nesecita una actitud que le de espacio a la bilateralidad para darle cumplimiento a los acuerdos y le parece feo que el Gobierno no lo haga. También ve de forma negativa la demora de las FARC para avanzar en el proceso de esclarecimiento de la verdad.
También les parece feo que el Gobierno desperdicie la oportunidad que tiene para liderar al pais hacia el camino de la paz y la reconciliación.
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Lo pendiente
Hay mucho camino por recorres, tanto para los ciudadanos como para el Gobierno. El Acuerdo de la Habana tiene muchas cosas pendientes y aún hay posibilidades para que colombia trabaje en la construcción de una paz estable y duradera.
Sigue pendiente el plan de sustición de cultivos que fue recortado para reemplazarlo por la aspersión con glifosato.
De acuerdo con Luis Eduardo Celis, lo pendiente es «primero, un desarrollo integral del acuerdo. Si bien está planteado para 15 años, lo que se ha avanzado es poco; el desafío que tenemos es construir verdad y hacer justicia. Lo que está pendiente es un desarrollo a buen ritmo del Acuerdo de Paz y desafortunadamente al final del gobierno tendremos un gran rezago serán 4 años perdidos del Acuerdo de Paz».
«Muchas cosas pendientes:implementar la normativa, el primer punto de desarrollo rural, integral, la formalización de propiedad de los campesinos, la distribución de la tierra, la reforma política para profundizar la democracia», agregó Juan Fernando Cristo.
Desde el legislativo también hay tareas por hacer: «Muchos de los proyectos de Reforma Constitucional y de ley que no se hn presentado al Congreso y las 16 curules para las víctimas fueron contempladas en el Acuerdo. Estamos esperando la decisión del Consejo de Estado de darles vía libre porque fueron a probadas por el Senado, a ver si podemos elegir 16 voceros de esos territorios, en la Cámara de Representantes, para que exijan el cumplimiento del Acuerdo y cesen los asesinatos de lideres sociales en esas regiones», cuenta el exministro.
Ampliar las posibilidades de nogociar con la guerrilla que sigue vigente, inversión presupuestal y voluntad política son otros de los aspectos cruciales para avanzar.
Según Luis Eduardo Celis, «está pendiente un Acuerdo de Paz con el ELN, está pendiente realmente un orden de democracia en 200 municipios del país donde lo que sigue imperando es la barbarie y el que la tenga más grande, no hay estado que funcione. El detereioro de la democracia en este gobierno está pendiente de un restablecimiento, de un orden democrático que ha sido vulnerado en este tiempo».
Como la ilusión de alcanzar la paz no puede seguir en ideas y planteamientos escritos en papel, nos plantean el escenario ideal que finalmente esta en manos de cada uno de nosotros.
«Para que este Acuerdo de Paz firmado por las FARC se haga realidad se requiere de una acción ciudadana, el acuerdo requiere un compromiso ciudadano, requiere un debate en el mundo social, en el mundo político y por supuesto el acuerdo requiere de gobiernos comprometidos con su implementación y desafortunadamente el Gobierno de Duque no es ese gobierno. El 2022 tendremos que volver a discutir cómo vamos a hacer realidad el acuero firmado por FARC y cómo vamos a hacer realdad un acuerdo pendiente con la guerrilla del ELN», agrega Celis.
Por eso insisten en que a los colombianos nos queda pendiente hacer un ejercicio serio, democrático y comprometido con el futuro de nuestros descendientes para tomar las mejores decisiones cuando debamos elegir en las urnas nuevamente.
