Seguramente usted ha escuchado el denominado florero o jarrón de Llorente. Ese objeto que según la historia fue el detonante del grito de Independencia de Colombia en 1810. Sin embargo lo que la historia denomina como florero, en realidad no lo es.
Cuando se iban a cumplir los 200 años del grito de la Independencia (El Bicentenario), se estudió este objeto y en España concluyeron que fue fabricado en la Real Fabrica de Madrid. Este al ser comparado con otros objetos de la misma época, se dice que podría tener cuatro patas en la parte inferior y que el espacio que tiene en la parte superior lleva a suponer que podría ser para una tapa, por lo cual en vez de llamarse florero debe llamarse ramillete.
Lo cierto es que la ruptura de este objeto, el 20 de julio de 1810, marcó el inicio de la Historia Republicana.
El 27 de noviembre de 1989, Gerardo Arellano, un reconocido tenor colombiano, músico, cantante y compositor, nacido en Buga, abordó un vuelo con rumbo a la ciudad de Cali, a donde ese día iba a cantar en una misa, en la que se conmemorarían 20 años del fallecimiento de su padre.
Eran las 7:00 a. m. El vuelo 203 de la aerolínea Avianca inició su trayecto en el aeropuerto El Dorado.
Extrañamente, un pasajero que había sido atendido y registrado por la aerolínea bajo el nombre de Julio Santodomingo, en la silla 15F, no viajaba a bordo. Su silla había quedado vacía.
Minutos después del despegue, el Boeing 727, que era una de las aeronaves más modernas y seguras de la época, explotó.
«Me desperté con la noticia. En la radio ponían la fanfarria de última hora, con el anuncio de que se había caído un avión de Avianca en Soacha. La noticia decía así: caído un avión. Y no se conocía muy bien lo que había ocurrido», manifestó Darío Patiño, periodista.
De aquel atentado, que tiempo después fue atribuido a Pablo Escobar, jefe del cartel de Medellín, no quedaron sobrevivientes. De las víctimas (en total 110), seis conformaban la tripulación de la nave, 101 eran pasajeros y tres transeúntes de zona rural del municipio de Soacha, en donde cayeron los restos de la aeronave.
El 89 es un año que quedó en los libros de la historia colombiana, teñido con sangre.
El 4 de julio, un carro bomba que iba destinado a atentar contra el coronel Valdemar Franklin Quintero, comandante de la Policía de Antioquia, cobró la vida del gobernador Antonio Roldán Betancur. Mes y medio después mataron a Franklin. El 2 de septiembre, con explosivos, destruyeron la sede del periódico El Espectador. El 15 de noviembre, tras el asesinato de un árbitro, se canceló el torneo de fútbol colombiano.
«El año duro del narcoterrorismo fue el año 89. Que de principio a fin fueron hechos de violencia. Los dos últimos fueron: la bomba contra el avión de Avianca y la bomba contra el edificio del DAS», dijo Jorge Cardona, editor general de El Espectador.
Justamente el 18 de agosto de 1989, el mismo día en que asesinaron a tiros al coronel Franklin en la ciudad de Medellín, ocurrió lo que hoy se recuerda como uno de los peores magnicidios de la historia colombiana reciente: fue asesinado el líder del nuevo liberalismo Luis Carlos Galán Sarmiento, para entonces candidato presidencial.
«Fue un año donde se precipitó la posibilidad de que Luis Carlos Galán llegara a la Presidencia de la República. Yo creo que fue eso lo que hizo que se tomara la decisión eficaz, eficiente, digamos, de su asesinato», expresó Juan Manuel Galán.
Fue el propio Juan Manuel, hijo de Luis Carlos Galán, quién entregó a Cesar Gaviria Trujillo, las banderas del Nuevo Liberalismo en la contienda presidencial.
Gaviria abordaría ese 27 de noviembre el vuelo 203 con destino al Aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón de la ciudad de Palmira, que servía como terminal para Cali.
Sin embargo, por sugerencia del coronel Homero Rodríguez, quien para entonces se desempeñaba como jefe de Inteligencia del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), el hoy expresidente no viajó.
Según las versiones que hoy se conocen sobre la tragedia, cuando la aeronave iba a poco más de 10.000 pies de altura, una bomba explotó, encendiendo a su vez vapores de combustible de uno de los tanques, y provocando una segunda explosión que finalmente desintegró por completo el avión.
La justicia de EE. UU. que cooperó en la investigación, culpó de los hechos al cartel de Medellín y condenó en ese país a Dandenys Muñoz Mosquera, alias La Quica, a pagar 10 cadenas perpetuas.
Años más tarde, en Colombia, Carlos Mario Alzate Urquijo, alias El Arete, confesó ser el responsable del diseño del plan y el mismo Popeye declaró en un documental que el atentado fue financiado por alias El Taxista y el explosivo fabricado por El Suizo, y que su ejecución fue apoyada por agentes del DAS pagados por los hermanos Castaño.
En noviembre de 2009, justo antes de que prescribiera el proceso, la Fiscalía declaró el crimen como un delito de lesa humanidad.
Hace un año, los familiares de las víctimas del atentado al Avión de Avianca enviaron una carta a la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, creada en el marco de los Acuerdos de Paz con las FARC. En ella, le piden al tribunal que su caso sea considerado como uno de los hechos relacionados con el conflicto armado, y como tal, sea esclarecido dentro del sistema de Verdad Justicia, Reparación y no Repetición.
Dicha comisión inició sus labores el pasado 29 de noviembre. Y aunque hasta el momento no se conoce respuesta alguna de la solicitud, es importante precisar que solo serán objeto de investigación de ese tribunal, los hechos que guarden estricta relación con el conflicto armado colombiano.
Desde la Plaza de Bolívar hasta la calle 26, sobre la carrera Séptima, los habitantes de Bogotá pueden encontrar un universo de artistas para disfrutar de un paseo lleno de cultura y colores.
Pintores, músicos, actores, fotógrafos e imitadores son algunos de los artistas que se reúnen en el famoso Septimazo para exhibir sus talentos y deleitar a los ciudadanos que transitan por estas calles.
«Pasamos por cultura, arte y colores. Eso es Bogotá, eso es nuestra ciudad. Así que si quieren hacer el plan, pasen por el Septimazo», invitó la actriz Kimberly Reyes, para el Plan Perfekto de Canal Capital.
Los invitamos a recorrer, junto a Kimberly, las cerca de 15 calles que conforman el tradicional Septimazo:
En la actualidad, el billete de $10.000 pesos colombianos no solo representa una denominación monetaria, sino también un homenaje a una figura clave en la historia de las ciencias sociales en Colombia: Virginia Gutiérrez de Pineda.
Virginia fue una antropóloga santandereana que dedicó su vida a estudiar las características de las familias urbanas de estrato bajo en Colombia. Esta mujer, nacida en el municipio de Socorro el 4 de noviembre de 1921, estudió en la Universidad Pedagógica y en la Universidad de Berkeley, en California, en donde cursó una maestríaen Antropología Social y Médica.
Cuando llegó al país, Gutiérrez se propuso estudiar a los niños que vivían como habitantes de calle en Medellín. En este análisis encontró que muchos problemas de la infancia, sobre todo en este grupo de personas, se pueden solucionar si se atacan desde donde se generan, la familia.
Algunas de sus obras más importantes son:Familia en Colombia, Trasfondo histórico, Familia y cultura en Colombia, y Estructura, función y cambio de la familia en Colombia. Virginia Gutiérrez además recibió el premio de la Fundación Alejandro Ángel Escobar y la medalla de oro al Mérito Científico del Congreso Interamericano de Familia, entre otros.
A lo largo de su carrera, Virginia Gutiérrez de Pineda recibió diversos reconocimientos por su contribución a las ciencias sociales.Entre ellos, destacan el premio de la Fundación Alejandro Ángel Escobar y la medalla de oro al Mérito Científico del Congreso Interamericano de Familia.Además, fue elegida como la mujer del año en Colombia en 1967.
Su legado perdura no solo en sus publicaciones y estudios, sino también en la inclusión de su imagen en el billete de $10.000, un símbolo de su impacto en la sociedad colombiana.Este reconocimiento destaca su labor en la visibilización de la mujer y la familia en la cultura colombiana, reafirmando su lugar en la historia del país.
El Cerro de Monserrate es uno de los lugares más visitados por habitantes y turistas que llegan a la capital colombiana. Se trata del sitio de peregrinación religiosa más tradicional de la ciudad.
También es un lugar ideal para pasar un día rodeado de naturaleza, cultura y comidas típicas.
A continuación presentamos 10 datos curiosos que probablemente no conocía sobre este emblemático lugar:
1.
El Cerro de Monserrate recibió este nombre porque la construcción de la primera capilla estuvo dedicada a la Virgen Morena de Montserrat, cuyo santuario se encuentra en Barcelona, España.
2.
Al Señor caído de Monserrate se le atribuyen diferentes creencias y milagros como: aplacar las sequías, evitar los temblores, calmar la violencia, bendecir a los novios y curar a los enfermos.
3.
Uno de los mitos más difundidos sobre el Cerro de Monserrate es que las parejas de novios que visitan el Santuario nunca se casan. ¿Será cierto?
4.
Pese a la creencia difundida de que el Santuario es el sitio de un volcán dormido que pondrá a temblar a Bogotá, diversos estudios geológicos demuestran que el Cerro de Monserrate no está ubicado en una zona volcánica.
El 24 de noviembre de 2004 una camioneta Grand Cherokee Laredo llegó hasta umbral del Santuario de Monserrate «después de aproximadamente 10 horas de faena para superar todos los obstáculos, las zonas donde no hay ruta, los puntos más inhóspitos, los lugares con alto riesgo de accidente», según narra el portal web del Cerro. Desde 1980 no llegaba ningún automóvil a Monserrate por sus propios medios.
6.
El santuario de Monserrate resistió tres fuertes terremotos que se presentaron entre 1743 y 1827, mientras que la iglesia de Guadalupe se derribó en las tres ocasiones.
7.
El vía crucis del Cerro de Monserrate, el cual representa la pasión de Cristo, está adornado con imágenes traídas desde Italia en el Siglo XIX.
8.
El Cerro de Monserrate es hogar de 80 especies de aves entre colibríes y aves migratorias.
9.
El equilibrista canadiense Harry Warner atravesó (con los ojos vendados) el espacio que separa los cerros de Monserrate y Guadalupe sobre un cable de 890 metros. Esto ocurrió en 1895.
10.
El restaurante Casa Santa Clara funciona en una casa que fue construida en 1924 en el pueblo de Usaquén y la cual fue trasladada al Cerro de Monserrate en 1979.
Chapinero es la localidad número dos de Bogotá y se encuentra ubicada en el nororiente de la capital colombiana. Cuenta con grandes atractivos culturales, naturales y turísticos.
Hoy esta localidad es reconocida por la prosperidad de su funcionamiento y la diversidad de expresiones que allí tienen lugar.
A continuación presentamos cinco lugares tradicionales de Chapinero para visitar y disfrutar:
Iglesia Nuestra Señora de Lourdes
Se trata de una singular iglesia de estilo gótico, cuya construcción fue ordenada por el Arzobispo Vicente Arbeláez en el año de 1875.
Es uno de los símbolos más representativos de la localidad de Chapinero, así como uno de los puntos de referencia para turistas que visitan la capital colombiana. Una verdadera joya arquitectónica.
Quebrada La Vieja
La quebrada La Vieja es una majestuosa zona hídrica ubicada en Chapinero y un lugar perfecto para amantes de la naturaleza.
Cuenta con sendero ecológico, imponentes paisajes y un mirador desde donde se puede apreciar una sorprendente panorámica de la ciudad. El lugar perfecto para desconectarse del ruido y respirar aire puro.
Parque de la 93
El parque de la 93 es uno de los sectores favoritos de entretenimiento de los habitantes de Bogotá, así como de los visitantes que llegan a la capital colombiana.
Allí se desarrollan importantes eventos que reúnen lo mejor del arte, la cultura y las tendencias del país.
Alrededor de este parque se agrupan una gran variedad de cafés, restaurantes y bares para todos los gustos.
Museo El Chicó
Se trata de una imponente hacienda colonial que fue construida en 1620 y hoy conserva los bienes legados de varias generaciones.
El museo cuenta con 10 salas habilitadas y una capilla, donde los visitantes pueden apreciar objetos recolectados por al antigua dueña de la hacienda en sus viajes por los cuatro continentes.
Parque el Virrey
Este parque es el lugar ideal para una tarde de descanso y esparcimiento en familia, o simplemente para hacer deporte y disfrutar de la naturaleza.
Cuenta con ciclorruta, senderos peatonales, zonas infantiles y gimnasio al aire libre, así como amplias zonas verdes para descansar.
El cerro de Guadalupe es, junto con el de Monserrate, uno de los cerros tutelares de Bogotá y uno de los lugares más emblemáticos de la capital colombiana. Cada fin de semana, turistas y capitalinos suben a este cerro para asistir a las misas o simplemente para apreciar la imponente panorámica de la ciudad que desde allí se puede observar. A continuación presentamos siete datos curiosos que probablemente no conocía sobre el cerro de Guadalupe.
1.
La escultura de este cerro no corresponde, como suele pensarse, a la Virgen de Guadalupe. Se trata de la Virgen de la Inmaculada Concepción, patrona de la Arquidiócesis de Bogotá.
2.
Este lugar es llamado cerro de Guadalupe porque los españoles que llegaron por primera vez al lugar, le asignaron este nombre en honor a la virgen de Guadalupe de Badajoz.
3.
Hace más de 400 años los españoles plantaron una cruz en este cerro como símbolo de protección de toda la ciudad. Después de este hecho se inició la construcción del santuario.
4.
La construcción del santuario ubicado en este cerro tardó aproximadamente 100 años y contó con ayuda de presos.
5.
La capilla del cerro fue destruida en los terremotos ocurridos en 1743, 1785, 1826 y 1917. Después de este último, permaneció destruida durante varias décadas.
6.
La estatua de la Virgen de la Inmaculada Concepción mide 15 metros de altura y fue elaborada por el escultor Gustavo Arcila Uribe en el año de 1946.
7.
Cuentan que los indígenas conocían al cerro de Monserrate como «pie de abuelo» y al de Guadalupe como «pie de abuela».
El azul será el color del pasaporte de Parques Nacionales Naturales de Colombia, una pieza de educación ambiental con la cual los visitantes pueden sellar sus visitas a los lugares más hermosos de muchas áreas protegidas del país.
En ellas, colombianos y extranjeros tendrán la oportunidad de disfrutar de todos los servicios que ofrece el patrimonio inmaterial de los colombianos, estar en contacto con la naturaleza y vivir experiencias inigualables. El pasaporte por sí solo no es válido para ingresar a las áreas protegidas, sin embargo, por cada cuatro sellos en él, se obtiene derecho a una entrada gratis a cualquier parque que aparezca en el pasaporte.
El único requisito que deben cumplir los visitantes es ser turistas responsables: hacer las reservas con antelación, llevar los elementos adecuados para cada destino, cumplir con las normas de seguridad, no dejar ningún tipo de basura en el Parque y disponerla adecuadamente de vuelta en el lugar de origen, hacer el menor ruido posible para no alterar la armonía del área protegida, no llevar mascotas y no consumir licor durante la visita.
Estos pasaportes se pueden adquirir por un valor de 10.000 pesos en las oficinas de Parques Nacionales en:
Bogotá: Calle 74 # 11 – 81 piso 1
Cali:Calle 29 Norte No. 6N- 43 Barrio Santa Mónica
Santa Marta: Calle 17 # 4-06 Centro
Villavicencio: Carrera 39 # 26 C 37 Barrio 7 de agosto
Medellín:Carrera 42 #47-21 Edificio Torres de Bomboná
Popayán: Carrera 9 # 25 N 06
Leticia: Carrera 6 # 4 – 85 Avenida Internacional Barrio Porvenir
Bucaramanga: Avd. Quebradaseca # 30-44
También se puede adquirir en el control de ingreso de Piedras Gordas del Parque Nacional Natural Chingaza.
Las áreas protegidas que están incluidas en el pasaporte son las siguientes:
Parque Nacional Natural Sierra Nevada de Santa Marta
Parque Nacional Natural Old Providence McBean Lagoon
Parque Nacional Natural Tayrona
Parque Nacional Natural Macuira
Vía Parque Isla de Salamanca
Parque Nacional Natural Corales del Rosario y San Bernardo
Santuario Fauna y Flora Los Flamencos
Santuario de Fauna y Flora Los Colorados
Parque Nacional Natural Cueva de los Guácharos
Parque Nacional Natural Puracé
Parque Nacional Natural Chingaza
Parque Nacional Natural Los Nevados
Parque Nacional Natural El Cocuy
Santuario de Fauna y Flora Isla de la Corota
Santuario de Fauna y Flora Iguaque
Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya
Santuario de Flora y Fauna Galeras
Parque Nacional Natural Gorgona
Parque Nacional Natural Utría
Santuario de Fauna y Flora Malpelo
Parque Nacional Natural El Tuparro
Parque Nacional Natual Sierra de La Macarena
Parques Nacionales Naturales de Colombia invita a adquirir y usar este pasaporte como un recordatorio del compromiso para ser guardianes de la conservación aprendiendo más del valor de las áreas protegidas y cuidándolas para el disfrute de todos hoy y de las generaciones por venir.
El pasaporte cuenta con el apoyo de la Organización Decameron y su programa de Turismo Sostenible.
Bogotá es una ciudad con muchos lugares por conocer y varios de ellos resultan ideales para compartir un rato agradable en pareja.
Miradores, parques, calles emblemáticas y lugares que encierran un gran valor cultural son solo algunas de las tantas opciones que ofrece la capital colombiana.
A continuación presentamos cinco planes imperdibles para enamorados:
Picnic en el Parque de los Novios
Si a usted y a su pareja le gustan los planes al aire libre, el Parque de los Novios resulta una excelente opción para un día de picnic en el que podrán disfrutar de la naturaleza y desconectarse de la ciudad.
Allí podrán también navegar en botes por el extenso lago, caminar por los senderos y apreciar la gran variedad de fauna y flora que hace presencia en este lugar.
El último viernes de cada mes, el imponente Jardín Botánico de Bogotá abre sus puertas para que los ciudadanos puedan disfrutar de los espacios verdes, la cultura y la ciencia que dan sentido a este lugar.
La programación de cada mes varía y comprende recorridos guiados, exposiciones fotográficas, presentaciones artísticas, teatro, poesía y muchas actividades más.
Paseo al Mercado de las Pulgas
En el Mercado de las Pulgas de Usaquén se puede apreciar una gran variedad de artesanías, antigüedades, prendas de vestir y productos naturales que reflejan la cultura y el arte colombianos.
Pero además es un espacio ideal para compartir en pareja, tomar un descanso en la Plaza Fundacional y disfrutar de las actividades culturales, el arte callejero y la variedad gastronómica que ofrece la zona.
La Candelaria es una de las localidades más turísticas de Bogotá y uno de sus principales atractivos radica en el legado cultural y arquitectónico de sus calles.
Dar un paseo por las calles de La Candelaria, muchas de las cuales aún conservan sus antiguos y curiosos nombres, es un plan que debe hacer cualquier habitante o visitante de la capital colombiana.
Las parejas pueden encontrar también una gran variedad de bares, restaurantes y cafés para disfrutar de una agradable conversación en el Centro Histórico de Bogotá.
El Cerro de Monserrate, además de ser un los lugares de peregrinación religiosa más importantes del país, es también un espacio ideal para pasar un día en pareja.
Desde su mirador se puede apreciar una imponente vista de la capital colombiana. Además en el cerro hay restaurantes en los que podrán disfrutar de una agradable velada.
Para subir al mirador se puede caminar, usar el teleférico o el funicular.
Muchos padres asumen los costos de la carrera universitaria de sus hijos y se preguntan si la información académica que ellos les brindan es verídica. Si su hijo está en la universidad y usted tiene dudas de su rendimiento académico, ¿es posible acceder a esta información?
Lilian Marcela Caro, asesora de derecho de familia del Consultorio Jurídico, explicó en Canal Capital que si su hijo está en la universidad y es menor de edad, no va a tener ningún problema para acceder a esta información porque el padre es el responsable y representante legal de este.
Sin embargo, señaló que sí es un problema cuando se quiere conocer las notas de un hijo mayor de edad, ya que es ahí cuando se ven enfrentados el derecho de información que tienen los padres, con la privacidad y protección de datos de sus hijos estudiantes mayores de edad.
Si su hijo es mayor de edad y usted quiere saber su situación académica no se puede acercar a la universidad a consultar sus notas como lo hacía en el colegio, ya que la universidad al ser un ente privado o público, que maneja bases de datos, tiene la obligación de salvaguardar esa información que es completamente personal.
Al ser mayor de edad, una persona es independiente frente a su información académica, así que lo que el padre debe hacer es solicitar un permiso o una autorización expresa del hijo, en la que diga que el estudiante autoriza a su padre para que conozca su información académica.
En algunos casos, es frecuente que los hijos escondan esta información a sus padres porque tienen mala relación, entre otras razones, y los padres están interesados en conocer esta situación porque se sienten engañados por sus hijos ya que no saben si su dinero está siendo destinado a ese fin.
Sin la autorización expresa de sus hijos, los padres no pueden acceder a esta información a menos que recurran a un juez que solicite esa información a las entidades educativas.