Después de siete meses de recuperación, la bailarina Laura Villamil ha regresado a casa con su familia. En nuestro informativo AHORA, la artista compartió su inspiradora historia de superación, tras el accidente que afectó el 90% de su cuerpo en un reconocido restaurante de Bogotá.
Cabe recordar que el 17 de agosto de 2024, mientras Laura Villamil participaba en una presentación con efectos de fuego, un imprevisto causó quemaduras severas en gran parte de su cuerpo, poniendo en riesgo su vida.
Debido a la gravedad de sus heridas, requirió atención médica especializada y prolongados periodos de sedación para favorecer su recuperación.
Tras meses de tratamiento intensivo, el 3 de febrero de 2025 recibió el alta médica, comenzando así su proceso de rehabilitación en casa junto a su familia.
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La música y el arte como salvación
Con una sonrisa en el rostro y al ritmo de Guns N’ Roses, Villamil asegura que la música ha sido clave en su proceso de sanación: «Esa música me salvó», expresó con emoción. Su regreso ha sido recibido con paciencia y amor por parte de su familia, quienes han sido un pilar fundamental en su recuperación.
Tengo que tenerle mucha paciencia al cuerpo. La artista está siempre en el corazón y eso me ayudaba a que los días fuesen más lindos, dijo Villamil.
Sin embargo, más allá de su recuperación física, Laura tiene una meta clara para este año: crear una fundación que brinde apoyo a otros artistas. Con esta iniciativa, espera ser un símbolo de resiliencia y ayudar a quienes, como ella, enfrentan desafíos en su carrera artística.
«Queremos que el arte siga siendo un refugio y una forma de transformación. Queremos trabajar como familia en el proceso de la fundación, que básicamente es ayudar al artista y llevar el arte a los niños y adultos», destacó la bailarina.
La mariposa monarca: su nuevo símbolo de vida
Durante la entrevista, Villamil habló sobre su conexión especial con la mariposa monarca, un insecto que simboliza transformación, resistencia y que para la bailarina y su familia se convirtió en el símbolo perfecto para la fundación que desean crear.
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Laura también compartió su amor por los pequeños detalles que la motivan a seguir adelante. Entre ellos, resaltó su cabello, una parte de su identidad que celebra con orgullo.
«Me encanta mi cabello crespo, es parte de lo que soy y de lo que quiero seguir siendo», mencionó con alegría.
Así, con ganas, lucha y amor por el arte, Laura Villamil no solo busca recuperar su vida, sino también transformar su historia en un motor de cambio. Su familia ha sido su mayor soporte, y con su pasión intacta, está lista para seguir inspirando a otros con su arte y enseñanza.
Su regreso a casa marca el inicio de una nueva etapa, en la que su talento y espíritu resiliente continuarán brillando con más fuerza que nunca.
