En muchas ocasiones, el sueño de vivienda propia de bogotanas y bogotanos, por unas u otras razones, debe aplazarse y entonces aparece la opción de vivir en arriendo.
Por lo general, quienes optan por este mecanismo suelen buscar un inmueble que se acomode a su estilo de vida pero también a sus posibilidades: el bolsillo es protagonista fundamental cuando se trata de hallar un lugar a donde ir. Entre los múltiples puntos a examinar para escoger arriendo, es importante pensar en el sector, en el costo de los servicios, en el pago (o no) de administración, la distancia hacia el trabajo o el estudio y otras tantas variables que también aplican para cualquier bien adquirido.
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A lo largo de 2024 se han presentado varios estudios y sondeos respecto al costo de la vivienda en Bogotá y, en particular, a los precios de los arriendos: ¿qué factores inciden en el momento de consolidar un precio por vivir en un lugar?, ¿cómo se sabe si un arriendo, pese al precio, vale la pena o no?
El arriendo subió en toda la ciudad: los precios aumentaron entre 10 y 15 %
Portales especializados en el análisis de vivienda, como ‘Metro cuadrado’ o ‘Finca raíz’, coinciden en un punto respecto al costo de vida en Bogotá: el precio de los arriendos aumentó debido a la inflación que afectó todo tipo de sectores económicos. En términos generales, hubo un aumento del 10 al 15 %, que para el bolsillo es muy significativo.
Por ejemplo: un arriendo, en 2023, de 900 mil pesos en un lugar estrato 3 ahora valdría casi un millón de pesos como mínimo. A eso se suma el costo de los servicios, el probable aumento de la administración en caso de vivir en un conjunto residencial y el precio de los productos y servicios necesarios en la cotidianidad: alimentos, aseo y transporte, entre otros.
‘Finca raíz’ se dio a la tarea de recorrer varios barrios de Bogotá para conocer el costo de los arriendos. Algo que tiene la ciudad (y que posiblemente lo comparta con otras urbes del continente, si no del mundo) es la variabilidad de estilos de vida: es distinto si, por ejemplo, usted cotiza un arriendo en zonas del norte de Bogotá que en el centro o el sur de la ciudad.
También pueden presentarse cambios fundamentales en un mismo barrio ‘al cruzar la esquina’: sobre la Avenida Circunvalar, por nombrar uno de tantos espacios, se encuentran zonas de todo tipo de estratos sin que haya mucha distancia entre las viviendas.
«La demanda de arrendamiento en la ciudad se da por diferentes factores. Entre los más importantes, están las altas tasas de interés, que se han incrementado desde 2021. Lo que sucede es que las personas se abstienen de comprar vivienda y se resguardan un cierto tiempo en el arrendamiento. También hay un déficit habitacional: en promedio se construyen entre 200 mil y 300 mil hogares, pero sólo tenemos casi 170 mil unidades de vivienda para cubrir esa demanda», precisó Andrés Martínez, presidente de la Lonja de Bogotá.
‘Finca raíz’ encontró arriendos que incluso llegaban a los 600 mil pesos. Todo depende del sector y del costo de vida. Barrios de localidades como Ciudad Bolívar, Bosa, Kennedy, Fontibón o Usme tienen precios por debajo del millón de pesos. Aunque esto no es un fenómeno exclusivo de esas zonas de Bogotá: en barrios de Suba o de Puente Aranda es posible encontrar arriendos por precios similares pese a que el costo promedio oscila entre 1.500.000 y 2 millones.
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En contraste, los barrios más exclusivos de Bogotá, ubicados en localidades como Chapinero, Teusaquillo o Usaquén, presentan precios de arriendo significativamente más altos, oscilando entre 3.750.000 y 4.168.000 pesos. Estos sectores ofrecen una amplia gama de servicios y comodidades, como centros comerciales exclusivos, restaurantes gourmet, parques bien mantenidos y servicios de salud de primer nivel. La disponibilidad de estos servicios incrementa la demanda y, en consecuencia, los precios de los arriendos.
El portal especializado basó en 1.700.000 el precio promedio del arriendo en Bogotá en una zona más o menos asequible, con un espacio habitable de 70 metros cuadrados y con costos de vida aceptables teniendo en cuenta dos rubros económicos: el Índice de Precio al Consumidor (IPC), que quedó en 6,86 % en julio, y el salario mínimo para 2024, que es de 1.300.000. De por sí el arriendo lo supera por 400 mil pesos.
Este sondeo llegó casi al tiempo que la publicación de un informe del Dane sobre el comportamiento del IPC en lo que va de 2024. El arriendo, justamente, fue uno de los servicios que aumentó el precio en el mes de julio. Las previsiones indican que, para final de año, la inflación se situaría en 4,5 % y habría alza en el costo de la luz teniendo en cuenta las dificultades en el funcionamiento convencional de las plantas hidroeléctricas ante la escasez de agua en los embalses apenas recuperándose.
¿Cómo elegir el ‘mejor’ arriendo?
Para nadie es un secreto que un costo de vida sensato en Bogotá responde también a la balanza compuesta por las ganancias y los gastos. Si existe la posibilidad, lo importante es buscar un espacio en el que no gaste mucho más de lo que gana.
El precio del arriendo es una variable crucial, pero no excluyente: si, por ejemplo, usted encuentra un arriendo de 500 mil pesos, pero que se ubica a más de dos horas de su lugar de trabajo o del lugar de estudio de las y los menores del hogar, habría una nueva evaluación de los gastos y no sólo de dinero, sino también de tiempo.
Además, al costo mensual del arriendo hay que sumarle el precio de los servicios, de la compra de productos y de otros gastos que pueda tener cada 30 días (el pago de un crédito, la matrícula de un colegio, incluso las salidas los fines de semana).
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Asimismo, los portales especializados en vivienda coinciden en que debe mirar con lupa diversos detalles del inmueble como el estado de las tuberías, de las conexiones eléctricas y otros de los ‘gallitos’ que podrían convertirse en una complicación a futuro.
También, y con mayor relevancia, las zonas comunes y las formas de habitar el barrio, entre las cuales se incluye la presencia de tiendas de primera necesidad, o la distancia para el transporte público y las vías principales, incluso los espacios de esparcimiento, como parques o bares, para tener en cuenta la calidad de vida que usted obtendría solo o junto con su familia, o con sus mascotas o con quien sea que desee irse a vivir en arriendo.
