Con seis años de trayectoria, el dúo bogotano Danza Colibrí, conformado por Gabriela Sossa y Jorge Currea, lleva a escena una propuesta musical que retoma lo acústico, lo artesanal y lo ancestral como formas de resistencia y esperanza. Este año, su mensaje resonará en Colombia al Parque, uno de los festivales más importantes de la capital, donde compartirán su música con públicos diversos.
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El proyecto nació con el deseo de reconectar con los sonidos naturales, en contraposición a las tendencias electrónicas actuales. Su inspiración se arraiga en las tradiciones de la cordillera andina, desde el norte hasta el sur del continente, y en la potencia simbólica de lo latinoamericano: fuerza, color, raíces profundas.
Bogotá, su ciudad de origen, ha sido testigo y cómplice de este camino. A pesar de que su sonido evoca paisajes rurales y montañosos, es en la urbe donde florece con fuerza. La capital, con su carga multicultural y su ritmo vertiginoso, ha alimentado su propuesta artística y espiritual.
Participar en un festival como Colombia al Parque representa para Danza Colibrí una oportunidad para llegar a nuevos públicos, desde jóvenes hasta familias mayores, y reafirmar la relevancia de los mensajes que promueven. En palabras de Gabriela Sossa: “Sentimos que esta ciudad necesita también este tipo de mensajes, mensajes de vida, esperanza, de luz, de fortaleza… no solo en cuanto a la resistencia cultural, sino también espiritual.”
Su camino como músicos independientes les ha permitido explorar libremente los sonidos que los movilizan, lejos de parámetros comerciales. Aunque eso implica retos en un escenario musical tan diverso, también les ha abierto puertas gracias a las plataformas digitales. Para ellos, más que una carrera, es una misión: compartir su esencia con quienes aún no los conocen y seguir haciendo vibrar a quienes ya los acompañan.
*Foto: Idartes
