Diccionario cachaco: ¡Así hablamos en Bogotá!

Aunque la lista es mucho más extensa, elegimos los términos más representativos que incluye el libro «Bogotálogo II»

Diccionario cachaco

Esto es un diccionario bien regio que da cuenta de cómo se habla en la ciudad, desde la tradicional jerga cachaca, que caracterizó a los bogotanos de buena familia en la primera mitad del siglo XX, hasta las sucesivas jergas que se generaron en la ciudad a partir de 1950, cuando la ciudad comenzó a recibir gran cantidad de migrantes del campo y otras ciudades del país. 

Aunque la lista es mucho más extensa, elegimos los términos más representativos que incluye el libro «Bogotálogo II», proyecto ganador de la Convocatoria Ciudad y Patrimonio 2010, organizada por el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural de Bogotá y compendiado por el investigador y bloguero Andrés Ospina.

  • Machera: Hecho o situación agradable o plausible. Ejemplo: «Esteban está estrenando celular y es una machera, hace de todo».
  • Mecato: Golosina, comida rápida de muy escaso valor nutritivo. Ejemplo: «Beatriz, ¿ya empacó el mecato para que comamos en el paseo».
  • Pachuco: Aburrido, poco interesante, ordinario, de mal gusto. Ejemplo: «Amiga, ese evento estuvo tan pachuco, no te perdiste de nada».
  • Ala: Interjección típicamente bogotana, cada vez menos común. La expresión constituye quizá la muletilla y la marca registrada del cachaco de antaño. Ejemplo: «¡Ala! Qué gusto me da saludarlo».
  • Carachas: Expresión de sorpresa, reconocida como parte del repertorio de maneras del clásico y estereotipado cachaco. Ejemplo: «Ah carachas! No sabía que Perla había cambiado de carro».
  • Camello: Trabajo. Empresa complicada. Ejemplo: «Martín no va a venir». «¿Por qué?» «Porque lo hicieron ir hoy sábado al camello».
  • Chanda: Perro de raza indeterminable y aspecto desmirriado. Dícese de algo muy desagradable. Ejemplo: «No, qué chanda que Juanita no pudiera venir a la fiesta».
  • Chicanear: Ufanarse, sobreexponer un determinado objeto o una virtud propia con el propósito de aparecer como superior a los ojos de los demás. Ejemplo: «Ay, tan chicanero Guillermo con ese televisor nuevo».
  • Chichigua: Chibchismo. Cantidad mínima de dinero, estipendio reducido. Ejemplo:»No, qué chichigua lo que nos regalaron en la feria después de hacer semejante fila».
  • Chino: Persona joven. Úsase también como muletilla de camaradería entre amigos. Ejemplo: «María, hágame el favor y alce al chino que está como inquieto».
  • Chirriado: Elegante, maravilloso, óptimo. Ejemplo: «Luis se fue a comprar ropa y ahora anda todo chirriado».
  • Chite: Voz onomatopéyica para ahuyentar. Ejemplo: «¡Chite, Firulais! Que estamos almorzando».
  • Cirilí: Cantilena aguda e inacabable, por lo general en tono de reproche. Ejemplo: «Ahora quién se aguante el cirilí de mi mamá porque anoche llegué tomado».
  • Esfero: Bolígrafo. Cosa extraña, este bogotanísimo de uso tan común y cotidiano en la ciudad, resulta chocante en muchos lugares del país. Ejemplo: ¿Me presta su esfero para llenar este formulario?
  • Jinchos de la perra: Dícese de quien se encuentra al borde de la inconsciencia por causa de una desmesurada ingesta etílica. Ejemplo: «Parce, salimos tan jinchos del bar que el vigilante nos tuvo que ayudar».
  • Jurgo: Indicativo de abundancia. Ejemplo: «En la última Feria del Libro había un jurgo de gente en esos pabellones».
  • Juepucha: Pequeña voz variante para suavizar la carga de obscenidad acarreada por el clásico «jue$%@*». Ejemplo: «¡Juepucha! La dejo, mami, que se me hizo tarde para irme al trabajo».